Comentario periodístico sobre el Código.- Griselda
Fecha Monday, 22 May 2006
Tema 900. Sin clasificar


Les reenvío una nota recien publicada de un periodista argentino sobre el "Código Da Vinci". Creo que es bueno rescatarla porque si bien, el film no está para ganar algun Oscar... también hay comentarios positivos, que nacen de la espontaneidad de verla simplemente como espectador. Se los envío por si les interesa para la zona de Notas periodísticas...
 

A mi me gustó 'El Código Da Vinci'

Solamente una feroz campaña de prensa negativa montada a escala global por el Opus Dei puede lograr que 'El Código Da Vinci' sea considerada una mala película. Es un buen entretenimiento y resulta lamentable que profesionales de la comunicación se hayan prestado durante toda la semana a desalentar la asistencia a los cines.

 POR EDGAR MAINHARD | 19/05/2006 | 01:15

Gracias a una invitación de la agencia de comunicación de Juan Carlos Lynch, acabo de asistir a una de las primeras funciones de 'El Código Da Vinci' y de ninguna manera me resultó un bodrio en cuanto a su trama ni un mal producto cinematográfico en cuanto a su estructura fílmica...



Obviamente que nunca será una película de culto, pero es entretenida, tiene suspenso y pueden disfrutarla aún quienes no hayan leido aún la novela de Dan Brown.

Las agencias de prensa que contrató el Opus Dei o el Vaticano -al fin de cuentas es más o menos lo mismo ya que el Opus Dei sigue siendo una prelatura del Pontífice católico romano- hicieron énfasis en que hay un momento clave de la trama en que el público se ríe.

Esto no ocurrió en la sala del Village Cinema Recoleta donde presencié la función. La escena es muy sencilla: los protagonistas de la trama se encuentran en una iglesia londinense y van a ser asesinados pero de pronto unas palomas espantadas sobrevuelan el recinto, distraen a quien empuña un arma y sus supuestas víctimas logran escapar. No entiendo cuál es el motivo de burla. En cualquiera de las 3 Misión Imposible, el personaje que escenifica Tom Cruise escapa de morir gracias a tramas más truculentas e inverosímiles y a nadie le importó.

Y esa es una de las claves de 'El Código Da Vinci': es ficción y es un error considerarla algo más que ficción. Me divertí con la película y eso no me hace ateo. Mi fe en Dios no se encuentra sometida a un cuestionamiento por haber disfrutado del largometraje. Resultarían muy pobres mis creencias, cualquiera sean ellas, si una película las conmueve; resultarían tan pobres que no merecerían siquiera considerarse creencias.

El cine es espectáculo, igual que una novela, y toda esta animadversión contra 'El Código Da Vinci' obliga a creer que las convicciones de muchos son tan débiles que debería provocarles alguna reflexión.

Pero hay algunas cuestiones que no puedo dejar pasar por alto acerca de esta absurda polémica sobre 'El Código Da Vinci'.

1. La visión negativa que hay sobre el Opus Dei no comenzó con la novela de Dan Brown. El Opus Dei ha invertido mucho dinero y esfuerzo para modificar esa imagen, pero debió esperar hasta Juan Pablo II para obtener de un Papa una legitimación que le negó Paulo VI; hasta el ascenso de Karol Józef Wojtyła, el Opus Dei era juzgado casi como una secta fanática dentro de la propia Iglesia Católica Apostólica Romana.

2. La idea de que los cardenales y obispos pueden resolver sus cuitas a balazos, hasta merecieron un muy exitoso libro de David Yallop titulado 'In God's Name' (En el Nombre de Dios, 1984) acerca del supuesto asesinato del papa Juan Pablo I. Luego,  Mario Puzo, en 'El Padrino III' reflotó el tema. Deberá convenirse que el recientemente fallecido obispo Paul Marcinkus y algunos amigos del Vaticano como Michele Sindona, Roberto Calvi, Umberto Ortolani y Licio Gelli hicieron bastante por la construcción de esa imagen negativa. Sin olvidar a la corrupta Democracia Cristiana de Giulio Andreotti.

3. La mención a que, en sucesivos concilios, la Iglesia Católica reinterpretó los Evangelios, es completamente veraz. No tiene sentido en esta ocasión opinar acerca de si el credo que así se construyó modificó el credo original del cristianismo, pero los mandamientos no son los mandamientos originales, por dar un ejemplo, y eso ocurrió en un caprichoso concilio. La imagen de María Magdalena fue víctima de estas coyunturas tormentosas de un concilio (y cierta homilía horrorosa del papa Gregorio Magno, que obligaría a reflexionar muy seriamente acerca de la doctrina de la infabilidad papal, mal que le pese a Benedicto XVI). Y la revista EDICIÓN i tiene una muy pormenorizada investigación acerca de ese tema. Recién el Concilio Vaticano II reinterpretó a María Magdalena luego de siglos de escarnio por un supuestamente santo varón que, entre otras tonterías, decía que el planeta Tierra estaba apoyado sobre bestias monstruosas.

4. La sangrienta e inútil odisea de las Cruzadas no es un invento de Dan Brown. Tampoco el ascenso y caída de La Orden del Temple (Caballeros Templarios o Caballeros del Templo de Salomón), ni su posterior genocidio ordenado por el papa Clemente V. Acerca de la brutal inquisición, ¿qué puede decirse? ¿Acaso es mentira que se condenaba a la tortura y muerte a las mujeres libre pensadoras? ¿Ud. tiene idea qué le hubiese ocurrido a Dan Brown en aquellos tiempos oscuros? Por mucho menos terminaron muy mal Juan Wicleff, Juan Hus (pese a que tenía un salvoconducto) y Jerónimo de Praga.

¿Qué hizo Dan Brown? Mezcló acontecimientos reales con una trama de ficción, y logró un best-seller que ahora fue llevado al cine. No dramaticemos.

En 'El Código Da Vinci' hay una interesante reivindicación de la mujer como dadora de vida. La humanidad ha ponderado bastante poco, hasta el presente, el poder y la maravilla del útero. Y la conclusión que surge de tanto barullo como esta novela llevada al cine es que hay instituciones religiosas que deben revisar su relación con el rol de la mujer.

En definitiva, lo que uno es resulta de las convicciones que uno guarda y protege. Y la fe de cada uno es una vivencia individual y sublime que el prójimo debe respetar. Esto es lo que no entienden los fanáticos fundamentalistas del islamismo, del judaismo y del cristianismo. Porque los hay en todos los credos.

Por último, la creencia de que Jesús de Nazareth era un hombre ejemplar, pero solamente un hombre, se encuentra muy extendida y no es un invento de 'El Código Da Vinci'. Tampoco es relevante en sí misma porque, en definitiva, lo que importa es si la idea de Jesús que tiene cada persona, cualquiera sea esa imagen, ayuda a que ese individuo sea un mejor humano o no. Hay muchos teólogos delincuentes y hay muchos ignorantes sublimes. Lo único real es el testimonio que produce la fe en cada uno.

Entonces, terminemos con este debate estéril. Nadie puede buscar en un cine lo que ofrece una iglesia, ni viceversa. En cuanto a la película, algunos minutos menos le hubiese sentado mejor.







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