Recuerdos.- Black
Fecha Wednesday, 17 May 2006
Tema 010. Testimonios


Llevo más un año leyendo opuslibros. Inicialmente estaba “enganchado” como le pasa a muchos de los que estuvimos en la cosa. Me enganché a la web por verme reflejado en muchas de las historias y anécdotas que aquí se cuentan. Me reía sólo. Las discusiones teológicas sobre temas profundos pocas veces conseguí terminarlas: son para otro público. Siempre he sido superficial. Al menos eso me decían.

 

El caso es que yo estuve por allí desde el 86 hasta el 97, año arriba, año abajo. Ciertamente que me fui de allí hasta los mismísimos. Tuve el error de decir basta ya 6 meses antes de irme, pues quise hacer coincidir mi salida con un cambio de ciudad al terminar el último curso de la carrera. “Quise” por sugerencia del director, para no causar escándalo, o mal ambiente o lo que sea,  en una ciudad de provincias donde después de varios –muchos- años por fin teníamos  un adscrito. Además, en el fondo era la cara del Clubito y de la opus para mucha gente y eso no era bueno: el qué dirán no le gustaba ni al director ni a mí. A mí, por saber cómo iba a ser tratado: miradas esquivas, cuchicheos… en una ciudad-pueblo (con todos los respetos) en el fondo el qué dirán es más importante de lo que parece. Me voy por las ramas.

 

Desde que dije que me iba hasta que me fui fueron meses muy peculiares, pura contradicción: divertidos y tensos, todo me daba igual, aunque mantenía el tipo, pura apariencia. En el centro todos sabía mi situación: salvo dos o tres el resto eran del consejo local, y como el director lo contaba todo: “oye mira, encomienda a Crispín que esta pasando por una mala etapa”, eso me lo dijo a mí de otro, se lo diría a los demás de mí, y no eran tantos... (qué habrá sido de aquel filósofo aventurero…) Al principio eran correcciones fraternas por detalles y luego por mal espíritu: qué sopor (¿se dice “sopor”?) aguantar discursitos de casi 20 minutos para intentar hacerme entrar en razón! Lo que tuve que aguantar. Pero también fueron meses divertidos pues mi laxitud de conciencia me permitía hacer cosas supuestamente pecaminosas. De esto ya me arrepentí, supuestamente.

 

Con los años todo aquello no se olvida, se recuerda, unas veces se sueña con alguna cosas, otras veces se tienen pesadillas, pero de momento –globalmente- no me arrepiento. Fueron años donde humanamente disfruté con gente impresionante, con una valía enorme, y de ellos aprendí muchísimo. Algunos de ellos se fueron y estarán por aquí. También  encontré lo peor del mundo: pesados sin límites, directores que erre que erre ¿pero no te he dicho ya lo que hay? ¡pues déjame!, y luego viajecito a la delegación a hablar con el de San Miguel, más tarde el de San Miguel viene a mi centro, otra vez la misma historia … ¡qué pesaos! Lo peor: el forzar la conciencia de las personas, no ya para ser buenos cristianos, sino para acercarse más a la opus y a ser posible que se hicieran de la opus. Ese era el fin último digan lo que digan. Estaban en la lista de San José. Me asusté, leyendo una vez la web, al ver mi nombre –el “apelativo cariñoso” con el que me llamaban en la opus- seguido de la inicial de mi apellido, en un escrito donde se enumeraban los numerarios de un determinado centro… sonaba algo así como “lista de personas non-gratas y peligrosas: Demodex F., Pitirosporum O, Helicobacter P.,…” al leerlo me hizo gracia y luego pensé en el daño que le hice a algunos al forzar sus conciencias… Y es cierto, me arrepiento de verdad y les pido perdón. Pero también hice bien a otros gracias a la opus (algún chavalín del club logré enderezar del “mal camino”)

 

Ya es tarde, otro día seguiré. Empecé a escribir sin saber lo que iba a escribir y termino releyendo lo escrito, y viendo que no tiene mucho sentido globalmente, pero así va saliendo la historia.

 

Black









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