Las reacciones al escrito del oso polar me parecen francamente desproporcionadas. Creo que es importante que esta web funcione come un ámbito de discusión de ideas, no de ataques personales o de burla hacia quienes expresan una opinión distinta de la dominante. De otra forma, se cae en lo mismo que se le critica al Opus Dei: la intolerancia hacia la más mínima disidencia.

Es cierto que resulta chocante el indiferentismo de quién, frente a tantas denuncias de abusos y manipulación de las conciencias, dice que nunca vió nada malo, que fue feliz en el Opus Dei y que es feliz fuera. La pregunta que yo le haría al oso polar es la siguiente: si era tan feliz en el Opus Dei, ¿por qué decidió dejarlo?

Pero reconozco que algo de razón tiene cuando dice que no hay que vivir en el pasado. Después de nuestro paso por el Opus Dei, la vida continúa y tenemos que mirar hacia adelante. Desde luego, es legítimo denunciar las injusticias que en esta web se denuncian y prevenir que otras personas de buena fe caigan en lo mismo, pero sin obsesionarse con el tema, ni amargarse la existencia. No sería bueno que después de haber pasado un cierto número de años sin otro objetivo que el de “hacer el Opus Dei” (o al menos creyendo que eso era lo que hacíamos), ahora sólo tengamos como finalidad vital el destruirlo. Sobre todo, no creo que sea sano para nosotros mismos, para nuestra salud psíquica.

Confieso que desde que descubrí esta web, hace unos meses, cada lunes, miércoles y viernes espero con impaciencia la hora en que puedo leerla. Pero a veces me pregunto si no sería mejor hacer una pausa y dejarla por un tiempo. Ahora me resultaría muy difícil. A lo mejor, todavía necesito un poco más de esta especie de “catarsis” que es el leer relatos de personas que pasaron por lo mismo. También me fascinan las reflexiones de alto nivel que algunos aportan y que ayudan a entender mejor lo que realmente es el Opus Dei.

En fin, espero que esta web continúe como un ámbito de discusión de argumentos, con el máximo respeto hacia todos lo que se acercan a ella.

Un abrazo a todos

Roberto