Anécdota acerca de una carta al prelado.- Australopitecus
Fecha Friday, 05 May 2006
Tema 070. Costumbres y Praxis


Hola:

A pesar de la buena voluntad de Xafir al escribirle una carta a Mons. Javier E. yo no creo que exista la mas remota posibilidad de que el destinatario la reciba o la lea en en caso de que la recibiese.

Una señal del grado de desheredamiento que la Obra tiene con uno cuando uno decide pedir la tal dispensa es una pequeña humillacion que me toco pasar a mi al escribirla: yo entregue la carta personalmente al vicario regional de mi pais y este me hizo agregar a la firma acostumbrada -el primer nombre- mi apellido. Esto a pesar de que la carta iba dirigida a mi "Queridisimo Padre" y que yo expresaba mi agradecimiento por algunos bienes recibidos dentro de la Obra.

O sea que al salir de la prelatura uno ya no es tan de confianza que pueda firmar solo con su primer nombre como es habitual en las cartas al prelado. Hago constar que la carta la entregue al vicario regional y no a un director local de personalidad rigida.

Este detalle -aunque insignificante para el resultado de la gestion- me llamo mucho la atencion. Cuando uno pide la dispensa lo hace como un extraño y no como un hijo queridisimo y eso que en la prelatura se jactan de guardarle mucho cariño a sus ex-integrantes.

Para mi una señal de que la Obra es una secta es este desheredamiento: justo lo contrario a la parabola del Hijo Prodigo que siempre es bienvenido en la casa paterna como hijo (no como coop€rador). En esto muchas instituciones religiosas de lo mas estrictas le dan lecciones a la prelatura ya que sí reciben reincorporaciones de miembros retirados y la misma Iglesia vuelve a reincorporar a su ministerio a un sacerdote secularizado que lo desee.

Saludos,

Austral

PD. Agradezco a Hormiguita por sus lecturas recomendadas.









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