Monjes en la Obra

E.B.E., 3-mayo-2006

Mis felicitaciones a Haenobarbo por su escrito. Ya me gustaría verlo ampliado.

Ahora que lo pienso, creo que además de los detalles concretos que cuenta, habría que analizar también el «espíritu» que la Obra vende como laical y es, en algunos aspectos neurálgicos, tan de origen religioso como los círculos breves o más. Esto es estafar a la gente. Es fraudulento.

Tomemos el caso de la libertad.

En particular, recuerdo cuando un sacerdote numerario dijo en una meditación que «[para el caso de los numerarios] la libertad no se entrega, se ejerce. El holocausto de la libertad lo viven los religiosos». Frase para el bronce, pero que no se corresponde con la realidad.

Hubiera sido más preciso decir que el holocausto de la libertad que viven los religosios es el mismo que viven l@s numerari@s.

Lo peor de todo es que «hay que creérselo», es decir, forma parte del holocausto de la libertad el «obediente» aniquilamiento de la propia libertad, y la mejor constatación es el testimonio de la propia anulación mental, cuando uno no es capaz de discernir la diferencia entre la libertad y su ausencia.

Esto ya deja de ser el holocauso que viven los religiosos (del cual han de ser conscientes y libres) para pasar a ser la alienación que se vive en las sectas.

Gracias a los detalles que cuenta Haenobarbo uno deja de tener la sensación del origen religioso de la Obra para pasar a confirmar que se trató de un fraude totalmente premeditado.

Parte del origen de la esquizofrenia que se experimenta en la Obra es vivir como religiosos y afirmar que no se es religioso ni que se tiene la menor intención de vivir como un religioso (pregunta que hace el Defensor, previa a la concesión de la Fidelidad). Es para terminar loco en serio, viviendo en una disociación total.

Si uno es capaz de vivir como un monje y creerse al mismo tiempo «un laico en medio del mundo», se está listo para aceptar cualquier cosa que diga la Obra. Largo camino le espera hacia la salida...

Y cuántas cosas más del «espíritu» de la Obra tendrán su origen en los religiosos... aunque su fin sea más semejante al de las sectas.

Saludos,
E.B.E.