No puede ser cristiano lo que destruye al hombre. Para Alisha.- Raúl
Fecha Wednesday, 03 May 2006
Tema 020. Irse de la Obra


NO PUEDE SER CRISTIANO LO QUE DSTRUYE LA NATURALEZA HUMANA. UNA COMIDA Y UNAS VERDADES.

 

 

PARA ALISHA DE PARTE DE OTRO SUPERNUMERARIO DEL OPUS DEI.

 

 

 

Querida Alisha :

 

Eres supernumeraria del Opus Dei... ¡y yo también!, sí, yo todavía no puedo decir GRACIAS A DIOS, ME FUI !!!

Mi decisión de irme del opus dei está tomada hace tiempo, sólo me frenan motivos familiares que hacen que –contra mi voluntad- permanezca dentro de la institución. Mi familia ‘de sangre’, la de verdad, no la opusfamilia, respetará mi decisión de marcharme (no soy el primero de mis hermanos que se va) pero en este momento no es oportuno (Agustina sabe por qué). Así que aquí estoy aguantando sandeces y poniendo buena cara en el centro...  



Esta web me ha ayudado mucho desde la primera vez que me puse a leerla (allá por 2003), al principio deseaba partirle las piernas a quien hubiese colgado una web como ésta pero luego fui viendo que no era yo el único al que le parecía que las cosas en el opus no cuadran. Con las explicaciones que da el opus de sí mismo uno no entiende nada... entras un momento en Opuslibros y las dudas se disipan como un azucarillo dentro del café. Y me siento libre... antes iba por la vida como un tullido, acomplejado y temeroso. Nunca he escrito, pero no desaprovecharé esta ocasión para decir lo que pienso, sobretodo después de lo de ayer...

 

En el centro por el que voy se ha producido una estampida de supernumerarios... esto no es nada nuevo (hace poco se cerró un centro de san Gabriel porque no había NADIE), lo curioso es que ayer quedamos 13 personas a comer, de esas 13 había:

 

-2 ex supernumerarios (los 2 fueron antes numerarios).

-3 ex supernumerarios recientes (1 de ellos fue agregado).

-2 ex numerarios.

-2 supernumerarios.

-4 de san Rafael.

 

Casi podemos hacer un estudio sociológico con este elenco de personajes, todos los presentes éramos varones evidentemente pertenecientes al “opus sociológico” y conocidos de toda la vida: Fomento, clubs, centros varios, convivencias, retiros, planes de todo tipo, canonización de escrivá...

 

En un momento determinado de la conversación -cuando el alcohol había ya dejado notar sus efectos- un ex numerario se puso a decir verdades como puños sobre el opusdei. Esta persona ha sido durante 4 años director de un centro al que estuvieron adscritos bastantes de los presentes.

 

Silencio sepulcral, el caos de conversaciones paralelas de la mesa convergió en un mismo silencio.

 

Cada uno se puso a contar su historia... como entró, como estuvo y como se largó y todos los demás jaleábamos la historia personal del que tomaba la palabra, algunas cosas ya eran públicas, otras, no. Luego vino el momento de las confidencias más íntimas y dolorosas de cada uno... en absoluto silencio.

 

Las tres historias que más clamor levantaron: la del director de un centro que cogió las maletas y se fue sin previo aviso... de la que bajaba las escaleras se topa con un numerario del centro que le dice: “¡hombre!, Fulanito, ¿a dónde vas?”, respuesta: “¡me voy, no aguanto más!”. Ahora está casado y feliz, con su esposa (otra ex de la obra) y tres chavales que no van a Fomento. La del profesor de Fomento que hizo exactamente lo mismo... este cuando se fue ya tenía novia formal, ahora su esposa con bebé y todo. Y la del director de la delegación que espetó a uno de los presentes algo así como: “Perenganito, tu dices que tienes vocación pero te hemos dicho que no sigas... peor estoy yo que se que no tengo vocación y aquí sigo porque no tengo a dónde ir”.

 

La que más indignación produjo: la historia, que a todos nos sonaba pero que no conocíamos, de aquel numerario que se fue y una semana después se suicidó.

 

A medida que la temperatura ambiente se elevaba, todas las cabezas se giraron hacia los dos supernumerarios que estábamos ahí.

 

-“Bueno... y tu y tu... ¿qué hacéis que no os vais?”

 

Otro silencio, la expectación es –si cabe- mayor que la precedente. El otro y yo nos miramos... y ponemos cara de “¿hablamos?”

Dicho y hecho, 5 minutos después todo el mundo estaba al corriente de que si no nos habíamos ido ya es porque estamos a la espera de encontrar un momento mejor para hacerlo, en unos meses...

 

Todos, de los que estuvimos en la comida, tenemos experiencias análogas. Todos hemos pasado por lo mismo y todos nos conocemos desde siempre, pero nunca se nos había presentado la ocasión de poner en común lo que el opus nos había arrebatado. Todos sentimos que se nos quitaba un gran peso de encima, todos estábamos hartos de tragar y callar, de tolerar injusticias, de silencio cómplice y de tabú, de arbitrariedades, de control y de miedo, de condenas y censuras, de juicios de intenciones, de noches sin dormir y de lágrimas, de maniqueísmos simplistas y aberrantes, de corporativismo, de capillitas, de la incomprensión y de la cerrilidad, de la mentira táctica y fría, del dar calculador, del acoso, de afectación y de teatro, de la cajita de Orfidal Wyeth (lorazepam) de 50 comprimidos para la ansiedad...

 

¡Por Dios! Alisha, piensa que el Señor no puede quererte dentro de una secta, que el opus no tiene nada que ver con Dios, date cuenta de que –en la obra- no te quieren sino que te usan, piensa en el lastre que el opus supone para tu vida, en la manera en que te manipulan, en como se trafica con tu conciencia, como se manosean tus sentimientos, como se coarta tu libertad, como se te exprime para sacarte un rendimiento a toda costa, piensa en las cosas buenas que te ha dado la obra (o sea: ninguna), en las pilas de antidepresivos con las que conviven tantos, en que no puede ser divino aquello que destruye la naturaleza humana, en el histrionismo de tantos, en la desesperación de muchos, en la hipocresía de todos y en la maldad del opus.

 

Piensa que el Cristianismo es LIBERTAD y AMOR.

 

Revienta esa falsedad babosa de que si te vas de la obra te alejas de Dios, no es verdad. Nunca me he sentido más Católico que ahora que he decidido irme del opus y ser un Hijo de Dios que puede acudir confiado a su Padre sin tener que atravesar un laberinto de salitas y despachos, sin recurrir a esa “gracia de estado” gélida, que puede decidir (en conciencia y con libertad) sobre su propia vida, sin mentiras, sin aparentar, pudiendo hablar de lo que uno vive voluntariamente, siendo mayor, sin tolerar tratos infantiles y fanatismos aldeanos, sin seguir cerrilmente a un visionario que pretende convertir al mundo al escrivianismo y preservarlo de si mismo, sin rechazar a nadie, sin sentenciar a tantos que dejaron la obra, con normalidad y naturalidad, sin predicar aquello que se desprecia, sin dobleces ni cuartos oscuros.

 

Por favor, piensa que es tu vida y que sólo tienes una, piensa en como te presionaron para entrar y como te coaccionan para que te quedes.

 

Ah, y si decides marcharte, no esperes a que llegue el 19 de marzo... esto del contrato es una falacia más. Desaparece y comienza TU vida, una vida original y propia.

 

Por cierto, cuando la comida acabó dio comienzo la cena... a ninguno nos apetecía marchar después de habernos encarado con los miedos de tantos años.

 

Un saludo, Alisha.

 

Raul







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