Si [el Opus Dei] no te escuchare, díselo a la Iglesia (Mt 18, 17).- Doserra
Fecha Wednesday, 26 April 2006
Tema 125. Iglesia y Opus Dei


Si a la Iglesia le constaran fehacientemente los abusos que comentamos en esta Web, coincidiría totalmente con Un amigo y con Mabel en que la Jerarquía estaría pecando de complicidad por omitir la corrección debida.

 

Pero, como han señalado recientemente Oráculo y Trinity, esas praxis abusivas del Opus Dei no aparecen para nada en los Estatutos que, desde los tiempos del Fundador, la institución ha ido presentando a la Santa Sede para su aprobación.

 

Por otra parte, que nos conste a los lectores de esta página, sólo se han ENVIADO una carta (y no en clave de denuncia canónica) de Antonio Esquivias al Prefecto de una Congregación y una denuncia colectiva de 40 antiguos miembros del Opus Dei ante diversas Congregaciones pontificias. Y ni siquiera sabemos si esas denuncias han LLEGADO a sus destinatarios o han sido interceptadas por alguna hábil mano negra que las haya relegado al fondo del escritorio. Pues no olvidemos que en casi todos los dicasterios pontificios trabajan actualmente miembros de la Obra, y nadie está inmunizado contra un fanatismo que le lleve a actuar maquiavélicamente, aun obrando de buena fe.

 

Quizá esté llegando el momento de poner los medios para que estos abusos sean denunciados eficazmente ante la Santa Sede. Pues si consideramos la petición de Jesucristo que recoge Mateo (18, 15-17: “Si tu hermano peca contra ti, ve y corrígele a solas … Si no escucha, toma entonces contigo a uno o dos, para que cualquier asunto quede firme por la palabra de dos o tres testigos. Pero si no quiere escucharlos, díselo a la Iglesia), podremos advertir que se han dado sobradamente los dos primeros pasos, pero que apenas se ha intentado el tercero.

 

En efecto, en esta Web se cuentan por decenas los testimonios de miembros de la Obra que, en cumplimiento del “Ve y corrígele a solas”, plantearon lealmente sus observaciones a las autoridades del Opus Dei, en Semanas de Trabajo, en conversaciones con Directores regionales o Delegad@s del Prelado en Comisiones de Servicio, en cartas al Padre, etc., y que no sólo no fueron atendidos de forma efectiva, sino que fueron represaliados como disidentes.

 

Respecto del segundo paso recomendado por Jesucristo –“Toma a otros contigo”-, Opuslibros.org se ha convertido, en primer lugar, en una eficaz plataforma de comunicación que ha empezado a conjurar  providencialmente los efectos perversos del estado de aislamiento en que se encuentran entre sí los miembros de la Prelatura, al tener injustamente prohibido cambiar impresiones sobre cuestiones institucionales (cf. Catecismo de la Obra, n. 221): una incomunicación que les deja mentalmente indefensos para advertir el engaño de la “realidad virtual” que les dibujan sus Directores.

 

Esta Web esta cumpliendo el papel del niño inocente de la leyenda del rey desnudo, con la que Václav Hável derrotó a la nomenclatura checa. Y al romper esa antievangélica ley de silencio, está sembrando paz en muchos que padecieron o padecen esos abusos: no sólo por permitirles compartirlos, sino por ayudarles a entender las injusticias que originaron sus sufrimientos. De esta forma, además, desde Opuslibros.org se está efectuando una advertencia colectiva a la institución. Pues me consta que este portal es seguido minuciosamente desde las Oficinas de Información de la Prelatura.

 

Pero, ¿qué decir del tercer paso: “Díselo a la Iglesia”? En esto, el combate contra los abusos de las autoridades de la Obra está en mantillas. Los que piensan que deben seguir dentro no pueden hacer nada, pues serían inmediatamente presionados hasta que voluntariamente pidieran la salida. Y los que, por estar fuera, podrían hacerlo sin perjuicio personal, desconocen los intríngulis eclesiásticos pertinentes, pues los Directores de la Obra, so capa de ser una familia, no informan a sus súbditos de la protección que les otorgaría, en caso de discrepancia, el recurso a la legalidad canónica.

 

Puesto que los requisitos primero y segundo, previos a la denuncia ante la Jerarquía, ya están cumplidos, tal vez sea el momento de pasar sistemáticamente al tercer paso. Las informaciones que aparecen en los medios apuntan a inminentes cambios en la Curia Vaticana, que pueden privar a los Directores de ciertas influencias en algunos dicasterios. Y, por lo que leo, entre los colaboradores de esta página hay conocedores del mundo eclesiástico, que podrían asesorar al respecto, para que las denuncias se realizaran con eficacia. ¿Qué opináis?

 

Saludos cordiales,

 

Doserra







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