Un año fuera del Opus Dei.- FML
Fecha Sunday, 01 February 2004
Tema 040. Después de marcharse


UN AÑO FUERA DEL OPUS DEI


Hace un año que dejé de ser numerario. Jurídicamente el 19 de marzo, pero personalmente considero que dejé de serlo el 1 de febrero (ahora tengo casi 20 años). Y es que creo que el derecho es para el hombre y no el hombre para el derecho. Para quienes quieran conocer mi historia, escribí un escrito (Día 16-10-03) en el que hago un resumen de mis años como numerario.

Hoy quiero hacer una reflexión personal de cómo ha sido mi primer año de reconstrucción.

Los primeros meses tras mi salida, sinceramente los pasé muy mal. Dejé de practicar y apenas me acordaba de Dios. Pero un buen día pensé que mi amigo Jesús, no tenía nada que ver en esto, que Él me quería siempre igual, fuera o dentro del Opus Dei. Y volví a frecuentar los sacramentos, con nuevos bríos y gran alegría...

No ha sido un año fácil. He tenido que eliminar muchos criterios, intentando ser más natural en las relaciones con los demás, y sobre todo con las chicas. ¡Ay las chicas! Durante el verano tuve una amigueta. ¿Paco, qué perfume usas? Y voy y le digo que en el Opus, me enseñaron que no hay que oler a colonia, sino a limpio. La carcajada se escuchó en Houston. Como era verano, ésta se ponía minifalda algunas veces. Un amigo que se las veía venir, me dijo que como le dijera que no se pusiera minifalda, me iba a mandar a por pepinos. En el Opus te hacían ver que un chico no podía tener amigas, pero sí que puede. Eso me ha costado mucho, y ahora tengo muy buenas amigas. A veces, estoy viendo una película en mi casa con alguna de ellas, y si se acurruca en mi hombro, no me vienen tentaciones ni tonterías, ni me pongo en peligro de pecar, porque es mi amiga y la quiero mucho como tal. Pero claro, resulta que según los del Opus, ¡bueno! Eso es ponerte en peligro de pecado, poner en peligro la castidad. Resulta ahora que los retorcidos mentales son ellos, los que van se santoman por la vida.

Respecto al cansancio, como me dice mi madre, cuando me fui parecía un jubilado. El café intravenoso para poder mantenerme en pié ha pasado a la historia. Cuando empecé a ir al cine, a la sesión de la noche, me quedaba dormido. Un desastre. Algunas noches no podía dormir. Pero ya esto pasó, ahora duermo a pierna suelta, el tiempo justo y el necesario. No me levanto a las 6.30, pero todos sabemos madrugar y aprovechar el día.

Ahora me considero un auténtico cristiano en medio del mundo. Ahora mi apostolado no consiste en llevar a chicos pijos y de buenas notas por medios de formación, ni en llamar a algún "amigo" para que venga a la meditación. A veces este apostolado que hago ni siquiera es de hablar de Dios. A veces mi apostolado es dar un abrazo a ese amigo que tiene un problema con la novia y está destrozado. Llorar con los problemas de los amigos y alegrarte con sus alegrías. Otras veces, será ayudar a esa amiga o a ese amigo a que deje las pastillas y la cocaína, llevándoles de la mano a confesar. Otras veces es ayudar a ese que se quiere ir de la Obra y necesita alguien que le escuche. Otras será ayudar a tu verdadera familia a que solucione los problemas que se presentan. Otras será hablar de Dios en un botellón, con toda tranquilidad y claridad del mundo.

Y la gente te escucha y te lo agradecen, a veces incluso con lágrimas en los ojos, y es que ven amor de por medio, ¡hay naturalidad! He visto más frutos apostólicos fuera del Opus Dei que estando dentro. Y es que las listas, los planes apostólicos y esas tonterías e idioteces, sólo producen artificialidad y rareza. Claro, este tipo de personas no interesan al Opus ¿para qué perder el tiempo con ellas?. Los chicos de los colegios pijos y guay, esos sí, ahí es todo más fácil.

Pues esto es el mundo real y no el mundo mágico y fantástico en el que viven los del Opus. Una anécdota: hace poco me llevé a un amigo a Misa, un domingo a las 9.00 de la mañana (cuando es necesario el resto de los mortales también madrugamos), me decía que iba nervioso, porque no tenía ni idea de qué había que hacer en Misa, por lo que durante el camino, le fui explicando desde como hay que santiguarse, hasta el valor profundo de la Misa (fue una explicación condensada de 15 minutos). Cuando llegamos le dije qué era el Sagrario, y que allí estaba Dios.

Una cosa que aún no he entendido es lo siguiente: según me decían, en la Obra todos se quieren como auténticos hermanos. Pero parece que es un "amor contractual", un amor que acaba al día siguiente de haberte ido. Puedo decir que sólo dos miembros del Opus me siguen queriendo, pero yo he convivido con muchos más. Me ha pasado ya muchas veces encontrarme con algún numerario por la calle, con ese que vivía bajo el mismo techo, ése mismo que cuando estaba enfermo iba a visitarle, a acompañarle en la comida, a cambiarle las sábanas de la cama... fui a saludarle con gran alegría, pero él me saludó de lejos y se metió en el portal del Centro.

Ahora que estoy fuera, y he podido comprobar lo que son tener verdaderos amigos y amigas, querer y preocuparte por tu familia, tener novia... sé qué es el amor de verdad. Y he llegado a la conclusión de que en el Opus Dei, había gente que me querían mucho, pero de ahí a decir que eran hermanos míos, que era mi familia... ¡Qué visión más chata y reducida tienen los del Opus de lo que es una familia, y de lo que es el amor!

Ahora no quiero saber nada del Opus Dei, nada. Me fui pero estaba dispuesto a seguir hablando con alguien y confesarme con sacerdotes del Opus. Pero aprovechaban cualquier tropiezo que tenía para decirme que eso me ocurría porque había dejado la vocación. No me ayudaban, sino que intentaban por todos los medios hundirme. Ellos estarían muy a gusto si les dijera: me arrepiento de irme de la Obra. Pero no puedo mentir, estoy muy feliz.

Sin embargo, aunque mis amigos y amigas han pensado celebrar esta noche el aniversario de mi salida de la Obra, para mí no será un motivo de festejo ni de alegría. Esta noche, tendré en la cabeza que a 150 kilómetros de Granada (donde estudio), en una casa de Almería, habrá dos personas que mientras cenan, se les saltará alguna que otra lágrima, y sé seguro que pasará. Estas dos personas son mis padres. Aquí públicamente agradecerles todo lo que han hecho, y les pido perdón por todo lo que han sufrido por mí.

Y yo, pasaré un buen rato rezando. Por el Opus Dei, para que cambie de una vez. Por quienes se han ido, por quienes lo pasan mal, por los familiares de los miembros. Rezaré en desagravio por todos los pecados del mundo, y en especial por el mal que hace el Opus. Rezaré por vosotros Orejas de Guardia, por todos los que participáis en esta web, por los que me habéis ayudado alguna vez a salir adelante, por todos y cada uno de vosotros. Y quienes necesitéis ayuda, sabed que podéis contar conmigo para lo que sea. (pacomellado@mixmail.com).

Estas son mis reflexiones tras mi primer año fuera de la Obra. Y a todos os digo, avanti!. Avanti! Para los que os sentís mal tras la salida del Opus, por los que tienen aún heridas, por quienes se quieren ir y no se atreven... La vida es bella, y hay muchas razones para vivir.

FML. Almería





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