Estimados amigos:

Yo también soy un ex miembro, en mi caso supernumerario del Opus Dei. Además os puedo decir, que he estado desde siempre en contacto con colegios de la obra, gente de casa y sigo estándolo, conservando aún muy buenos amigos, dentro y fuera de la obra.

A diferencia de la experiencia que algunos tenéis al respecto de no haber  podido salir, a mi me invitaron a que abandonase la obra. Aunque, he encontrado algunos testimonios en vuestra web, y por lo que he leído, algunas personas  han recibido la misma invitación que yo, por algún que otro motivo. La causa de mi salida me la reservo a modo particular, para no polemizar sobre aspectos que solo me importan a mí.

Con esto os pongo un poco en antecedentes de lo que soy, para poder transmitiros desde ahí una serie de cometarios por si os pueden ser de utilidad.

 Por favor no dudéis de mis intenciones ni de lo que os digo con el corazón abierto...

Para los que le importe lo que es una persona desde su nivel cultural, deciros que tengo estudios de formación profesional. Trabajo en una fábrica como obrero. Es decir, nivel cultural bajo para lo que estáis acostumbrados la mayoría de los miembros y exmiembros del opus dei.

Alguno que lea el párrafo anterior podrá pensar ¡mira nos mete en el mismo paquete con “los otros”! Lógico pues ese, a mi modo de entender, es uno de los grandes problemas que todos tenemos. Con todos me refiero a toda la humanidad. Aunque no me extenderé en este aspecto, ahora no creo que venga al caso.

Una vez echa este reflexión permitidme pues que comience, con lo que será una simple reflexión sobre lo que he leído en vuestra web durante dos días. Pero antes exponeros mi situación actual.

En la actualidad, soy  un padre de familia numerosa, cristiano y católico practicante. El Señor además ha tenido la gracia de bendecirme con una enfermedad crónica bastante dolorosa que me ayuda a mejorar día a día espiritualmente. Ahora rezo más que nunca, voy más a misa que nunca y me siento más lleno de Dios que nunca, gracias a Dios y a la fuerza que El me da.

Comienzo:

 El Opus Dei es tan imperfecto como todos lo somos y por lo tanto, como todas las personas que lo componen lo son.    

Solo Díos es perfecto. Solo Dios. No hay institución,  persona o entidad que alcance la perfección absoluta. Todas las personas de este mundo somos llamados por el mismísimo Jesucristo a ese canino de perfección, de santidad.

Aclarado este punto, es de necios, buscar algo o a alguien que desde su perfección nos sirvan de medio para alcanzar la perfección con absoluta seguridad. En el camino hacia Dios, hay que tener claro, que lo único perfecto es El. El camino, cualquier camino hacia El, está lleno de imperfecciones y hay que ser realistas y asumirlas desde un principio. Quien en el Opus Dei piensa que esta institución es perfecta tiene una venda en los ojos, o mejor dicho, coarta su voluntad para no ver lo evidente y con esto me refiero, a no ver dentro del Opus Dei acontecimientos que  están fuera de las enseñanzas de Cristo, único modelo de santidad.

Nuestra voluntad reside en parte en nuestro intelecto y este debe ser nutrido por conceptos que encajen en nuestra alma, que no desintonicen nuestro modo de entender la vida.  Cuantas mas veces negamos la evidencia, mayor es el daño que nos hacemos y mas difícil de reparar es. Quienes acumulan en su alma  intenciones negativas a su modo de vivir, de entender, acumulan sentimientos, que tarde o temprano, afloran de un modo u otro. Esto ocurre cuando se intenta, encubrir, ocultar o negar acontecimientos que de un modo u otro nos “chocan” y no los asimilamos, al no encontrarles el porqué o su explicación existencial, espiritual o cristiana. Si además acudimos a alguien que desde su imperfección puede aconsejarnos mal, el daño en vez de ser subsanado es agravado.

El sufrimiento es el peor desenlace para estas situaciones. Este es un sufrimiento sobre el que difícilmente podemos hallar consuelo humano. Solo si uno permanece junto al señor puede hallar la paz y el consuelo al sufrimiento espiritual. Si quien sufre una de estas situaciones, explota como una botella a presión y se olvida que la salvación no está en el Opus Dei sino en Cristo y sus enseñanzas, generalmente se aleja del medio para encontrar el consuelo, la verdad. Este medio es al mismo tiempo fin, Cristo.

Los defectos del Opus Dei son los mismos que yo o cualquiera pueda tener. Quien este libre de faltas que tire la primera piedra. Munca me atreveré a juzgar el Opus Dei  ni a sus miembros, pues en la medida en que juzgue así seré yo juzgado. Me conformo con ser un mero observador de las situaciones y me apresuro a estar en el momento adecuado y en el lugar oportuno donde pueda ayudar a quien lo necesite. Intento aplicar en mi vida, la mas importante virtud Cristiana, que es verdadera naturaleza de las enseñanzas de Cristo, LA CARIDAD. Intento así aumentar en sabiduría, la que le pido a Dios día a día, desde la oración, desde mi enfermedad y por sus sacramentos. También le pido a Dios fuerzas para no callar ante la injusticia de quien utiliza su santo nombre en su propio bien o quien utiliza una idea loable como arma de odio arrojadiza.

Jesucristo Nuestro Señor lo dijo, por sus obras los conoceréis. Pero sirva esto también como autoanálisis, si tu eres o has sido del Opus Dei o simplemente eres un cristiano normal de montón y en tu vida no hay OBRAS, nunca has estado cerca de Dios, sino de otra cosa.

Si alguien lee esto, desde lo más profundo de mi corazón y como hermano suyo en Cristo le pido que  reaccione. Cuanto antes mejor. Que se acerque al único camino, Jesús, donde encontrará la verdad mas absoluta y la vida eterna. El te está esperando para tenderte la mano y agasajarte. Si no sabes como hacerlo, acude a Santa María Ella si sabrá.

 Esto no quiere decir que el Opus Dei sea malo para tu vida, para tu salvación. Es mucho mas sencillo, si eres miembro del Opus Dei y observas que por tu voluntad se han realizado obras que Dios agradece, el Opus Dei es tu camino, pero asume que es una institución imperfecta, en la que tendrás que luchar para modificar sus defectos y que será muy muy difícil. Conozco a gente, que en lo que persevera es en la lucha desde dentro de la obra y están revestidos de una fuerza muy especial, pues el desgate es brutal.  Otras instituciones de la iglesia  han pasado por lo mismo y han necesitado de muchos años para pulirse y mejorarse.   Si por el contrario si tu vida es estéril, no hay frutos ¡corre! A buscar tu camino de salvación antes de que el tiempo se te acabe. He observado a gran cantidad de gente en la obra cargados de muy buenas maneras y educación pero estériles en sus obras. 

El medio para poder analizar esta situación es la oración. Si notas que te vas alejando de dios, que se incrementa el odio en tu corazón, los sentimientos que van llegando a tu alma no son sentimientos que provienen de Dios.

Perdonar es el medio para estar en paz. Por mucho daño que alguien te haga, esta es la base del cristiano, perdonar aún a nuestros enemigos y me consta que no hay peor enemigo que quien en algún momento ha sido tu amigo y se vuelve en tu contra.

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