Hola de nuevo a todas y todos:

La verdad es que me cuesta mucho.... pero que mucho ponerme a mandar algo, en varias ocasiones he iniciado cartas pero al final las he borrado.

He visto vuestras experiencias, y la verdad es que he compartido con vosotros vuestros dolores y me he visto retratado en algunos de vuestros casos, con algunos de vosotros me he identificado tan especialmente o le he comprendido tanto, que me gustaría poder hablar con ellos, (que no se si será posible).

Respecto a mi posición ante la Obra y su gente no es mala. Cuando yo era de la obra, la verdad es que era feliz  a pesar de no ser lo mio (ya os conté anteriormente porque me hice agregado) y fue feliz porque me esforzaba en amar al Señor en esa vocación que creía que tenía...

Mis siete años que pertenecí a la obra los viví  a “contra corriente”,  no hace falta que os diga que la vida de numerario/a o la de Agregado/a  no es una vida fácil... ¡No!  Ser de la obra es una cosa difícil. Yo no me arrepiento del tiempo que fui de la obra, lo hice lo mejor que pude, mi apostolado y mi proselitismo; (que bastantes me pitaron...) no fue falso, ni en busca de aumentar el numero, sino como un acto de amor, convencido que animaba a la gente a ser feliz por que “Dios no se deja ganar en generosidad y te recompensa con el 100%". Tampoco creo que entre nosotros los ex,  pueda decir alguno que obligó o animó a alguien hacerse de la obra, pensando que no tenía cualidades, es decir creo que todos “actuábamos con rectitud de intención” y de buena fe. Fui feliz porque me creía todo, creía que era una familia y nos queríamos como verdaderos hermanos (se me pílla a mi fácilmente por el corazón) por ello fue muy duro cuando me fui de la obra, y ver a los que yo antes quería y seguía queriendo me ignorase cuando me cruzaba con ellos por la calle, como si fuese un fantasma, al que no se ve,  o un pobre leproso, que da repugnancia de verlo y lo mejor es mirar (físicamente) a otro lado cuando te cruzas de frente en frente en una acera,  cosa que jamás hice yo cuando alguien de “casa” dejaba la obra,  varias correcciones fraternas me han caído por eso.

No me dejaron ser numerario. Porque creo que pensaron que era algo tonto, (jajajajajaja) y me ficharon (gran error,) de agregado, pero he de decir que gracias a ellos a la obra y a los directores,  (y a mi novia hoy mi mujer)  con mi único talento produje otro talento, es decir…. hice mi carrera universitaria,  hice mis oposiciones al grupo A  (titilación universitaria) y hasta incluso he desempeñado en mi trabajo puestos de dirección durante 10 años. Quisiera ver que cara pone, Paco el director del centro en el que pite, y que apostó porque me hiciera agregado por no dar la talle, seguro que no se lo cree jajajajaja.

En la obra he aprendido a ser servicial, mortificado,  austero,  a tener vida interior, ha hacerlo todo en busca de la gloria de Dios, he adquirido una gran formación (como todos algo conservadora) he adquirido gran cultura en el tiempo que fui,  la cual he seguido cultivando. He aprendido a  saber estar y adaptarme en todos los lugares desde los mas opulentos a los mas humildes, es decir he aprendido como vosotros muchas cosas buenas, lo único malo de toda esta historia es me  ficharon de agregado y ese lugar no era el mió y eso no era para mi…. ya en otro escrito os contaré mi experiencia. Yo lo explico como si alguien me anima a que me haga Monja, y por mucho amor de Dios que tengo ….al final eso no funciona…… sobre todo por que soy varón…. pues eso pasó conmigo  me ficharon de agregado sin ser mi lugar. Puff me pierdo….. Cuando se tocan cosas del alma se nos va el carrete y no era esto lo que yo quería contaros.

Con mi escrito quiero dar una visión, no tan trágica porque fuimos de la obra, no, no me arrepiento de haber sido de la obra, porque lo hice por amor de Dios, no creo que fuese una perdida de tiempo, no me duele haber perdido toda mi pubertad ( desde los 14,4 hasta los 22 años) ni creo que ninguno de vosotros ha de pensar así, sino todo lo contrario, hemos de tener una gran  autoestima, porque fuimos de la obra ( que no finchan a cualquiera por cierto) lo hicimos por amor de Dios,  actuamos con rectitud de intención y supongo que como yo dejamos al barco cuando vimos que ya no podíamos mas y que no era lo nuestro.

¿Qué por que fuimos de la Obra? No lo sabemos, solo hemos de de ver la providencia de Dios en todo, a mí me gusta ver que gracias a Dios me hice de la obra y gracias a Dios la dejé,  ¿Qué habría sido de mí púbertoso idealista con gran corazón, en la sociedad de mi época de quinceañero.

Hoy en día soy muy feliz, tengo a mi mujer, (mi única novia), tengo a mis hijos, tengo un hogar cristiano, quiero con locura a mi Dios y a mi Iglesia Católica, creedme, soy plenamente feliz, (“Deo gratias” deje que me queda de la obra). No me falta las pruebas como a todos, ni los contratiempos o sufrimientos, pero se gracias a la obra cambiar en dolor en amor de Dios.

Gracias a todos, os animo a alguno de vosotros que veáis la vida como la veo yo, hacia delante, me ofrezco para lo que queráis, si a alguien le hago falta. Gracias por los libros internos, algunos muy interesantes, los desconocía, (en el tiempo que fui de la obra el catecismo de la obra estaba retirado, así que jamás me lo explicaron ni lo vi. y ha sido muy interesante leerlo.

Un fuerte abrazo para todos los opusimos, especialmente para las agregadas y agregados,  que creo que es la vocación dentro de la obra mas difícil,  y como no a todos vosotros o mejor dicho a nosotros  los que ya no somos de la obra, saludos especiales para Emevé, Morfeo, Thesawan y para ese que sigue buscando la numeraria de las cocretas de molino viejo.

Pancho