Tranquilo, paciencia y déjate querer. Para Josito.- Edu
Fecha Monday, 03 April 2006
Tema 075. Afectividad, amistad, sexualidad


            Querido Josito,

 

            Ya has recibido muchas respuestas a tu pregunta. Acabo de leer las de Sonsoles y Luciana y ambas dan en el clavo; por eso no voy a insistir mucho.

 

            A mí me pasa algo parecido. Siempre me he relacionado con los demás desde la perspectiva de un numerario: eludir a las mujeres y “tratar” a los hombres para atraerlos a la Obra, evitando dentro de la institución cualquier “amistad particular”. Ya cuando pité con 15 años se me dijo que mi familia era la Obra y la otra, “la de sangre” (vaya nombrecito...) no era la auténtica. Para empezar, estaba prohibido tener fotos de tus padres o hermanos en tu habitación. Se nos enseñó a no mostrar los sentimientos excepto ante el Sagrario y a tener el corazón cerrado con un “candado de siete cerrojos”. No es de extrañar por tanto, que tras más de 20 años de numerario tuviera los sentimientos más que afectados. A mis padres les veía 1 ó 2 veces al año (hubo épocas que no les vi en varios años), de forma que su muerte no me afectó lo más mínimo. Ni una lágrima, ni dolor, ni nada. Te juro que no me acuerdo ni de la fecha de la muerte de mi padre ni la de mi madre (ni siquiera el año) ¿te lo puedes creer? Por supuesto no se me olvida el 26 de junio de 1975 fecha de la muerte de Escrivá.

 

            Fuera ya de la Obra, me sigue costando tratar a la gente. Me encuentro inseguro y siempre “a la defensiva”. Me veo – y me ven – como una persona “distinta” por no decir rara. Parece que siempre estoy “actuando” dando una imagen que no es la auténtica. Y no es fácil cambiar. Tantos años moldeando tu personalidad artificialmente hace que, a la postre, acabes siendo artificial. Es cierto que tengo amigos y amigas que me quieren y a los que quiero, e incluso inicié una relación que – por desgracia – no pudo tener un final feliz por la distancia. Al final, cuando mejor estoy es en la soledad (seguridad, mejor dicho) de mi casa; donde nadie me ve, ni me juzga. Es el caparazón que me protege de tanta inestabilidad. Esta postura no es la correcta pero es la forma en que tengo modelada mi personalidad. Espero superar tanto trauma con el tiempo y confío en poder enamorarme de verdad cuando aparezca la persona adecuada capaz de aguantar tanta rareza....

 

            Tú tienes todas las bazas para encontrar ese amor que buscas. Ánimo, tranquilo, paciencia y déjate querer. Un saludo de

 

            Edu









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