Sobre Albalat.- ACD
Fecha Friday, 30 January 2004
Tema 010. Testimonios


Al oír el relato de Carmen Charo en el que habla de la administración del centro de estudios de chicos en Valencia, conocido como Colegio Mayor Albalat (camino de piedra en árabe), me ha hecho recordar mi paso por dicho centro de estudios. Ya hace de eso unos veinticinco años. Y debí coincidir al otro lado con ella, porque yo lo dejé en el mes de junio de 1980, justo cuando iba a acabarlo.

Recuerdo el nuevo Albalat. Tras estar años en el club juvenil Collvert, donde pedí la admisión, pasé al centro de estudios en el año 1977 según me parece recordar. En aquellos momentos el centro de estudios aún estaba en el viejo Albalat (Almela i Vives, 7) y yo comencé a ir allá como adscrito pues mis padres no me dejaron ir el primero de los años al centro de estudios. Rara ave un adscrito en el centro de estudios porque el año de adscrito no cuenta. Sí que recuerdo, sin embargo, que en mi calidad de adscrito formé parte de las brigadas de limpieza que íbamos al nuevo Albalat a limpiarlo mientras los obreros acababan los últimos detalles. Fuimos incluso antes que la administración. Incluso nos quedábamos varios por la noche para vigilarlo habida cuenta que en aquellos momentos la zona estaba un poco apartada (al comienzo del camino de Vera, justo detrás de las pistas universitarias, entre la Casa Clemencia y la Guardia Civil según decía la canción). Pasábamos a un lado y a otro con entera libertad, incluso por el garage y por los bajos había paso, pero solo para limpiar y hasta que llegó la administración.

Vaya edificio más impresionante era (y es, según puedo comprobar cada vez que paso por Primado Reig) el Colegio Mayor Albalat. Había varios patios interiores. Y el oratorio principal, inmenso, tenía el sagrario al estilo Torreciudad. Y había un pequeño oratorio junto al sagrario. Y había coro arriba, donde los tardones nos dábamos coscorrones contra el reclinatorio cuando el brazo de apoyo fallaba por el sueño a mitad de la oración de la mañana. Y la Sala de estudios con sus claraboyas. Y la zona de dirección y de invitados con vistas sobre la piscina y sobre la pista de frontón y futbito. Luego, en los pisos estaban las habitaciones y en dos de las cinco plantas había salas de estudio y oratorios. Una maravilla. Pero no me quiero enrollar. Solo recuerdo aquel centro de estudios con cariño por el año de adscrito y el primer año de centro de estudios y con auténtico horror durante el segundo año de centro de estudios hasta que, poco antes de acabarlo, y con diecinueve años y medio, me salí. Pero esa es otra historia. La única intención de estas líneas es plasmar parte de los recuerdos de aquel colegio mayor del que, por cierto, me hicieron becario precisamente por el año de adscrito.

Y nada más por el momento. Si acaso otro día les escribo y les cuento más sobre Albalat. Pero eso en otro momento.

Un saludo.

ACD







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