A propósito de la expulsión en bloque de la Comisión italiana, no es muy difícil de imaginar conociendo el temperamento del marqués de la alta pera en qué tono y con qué maneras se produciría la misma: a cajas destempladas. Es un suponer, claro, pero en apoyo del mismo creo que hace fuerza otra sonada expulsión: la del intelectual y sacerdote numerario, filósofo y pensador Raimundo Pániker, a quien conocí siendo yo niño y él capellán de un colegio mayor en España.
Sobre la figura de este sacerdote -sigue siéndolo- puede leerse algo en el libro de Carmen tapia, "Tras el umbral, una vida en el Opus Dei", y sus numerosas obras están al alcance de todos. Su baja forzosa como numerario se produjo -así se contaba- de forma fulminante y decretada personalmente por aquel santo por haber asistido en Roma a la presentación de un libro escrito por un intelectual que a Escrivá no le parecía de confianza, seguramente porque sería comunista...
Como se ve, siempre son -éramos- gente corriente en medio del mundo. Si algún entendido tiene más información al respecto, se agradecería que la compartiera.
Y que me alegro de haber tenido noticias de Rosales (ya era buena persona entonces...)
Bastián.