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Mileniodiario.com.mx
25 marzo 06
El papa Benedicto XVI proclamó el viernes solemnemente a los 15 primeros cardenales de su pontificado, entre ellos dos hispanohablantes, los arzobispos de Caracas, Venezuela, y de Toledo, España. Ante alrededor de 30 mil personas, los nuevos purpurados recibieron de manos del Pontífices los birretes y las bulas que los consagran como príncipes de la Iglesia católica.
El Papa celebró el consistorio ordinario público en la plaza de San Pedro, el primero de su pontificado, y tras la lectura en latín del ritual de creación de cardenales y su proclamación, colocó a cada uno el rojo capelo cardenalicio, que junto con el anillo es uno de los dos signos de su nueva investidura.
Los nuevos cardenales recibirán sus anillos durante la misa solemne que oficiará el Papa este sábado en la plaza de San Pedro, con todos los cardenales.
Al imponer el capelo, el Papa les señaló que es un signo de la dignidad cardenalicia y les recordó su significado: deberán “estar dispuestos a actuar con fortaleza, hasta el derramamiento de la sangre para incrementar la fe cristiana, por la paz y la tranquilidad del pueblo de Dios y por la libertad y la difusión de la Santa Romana Iglesia”.
En el rito participaron 150 cardenales de todo el mundo convocados por el Papa, quien el jueves se reunió con ellos en el Aula nueva de Sínodo para analizar la situación de la Iglesia y los desafíos que tiene que afrontar en esta época.
De los nuevos príncipes de la Iglesia, 12 son electores ya que tienen menos de 80 años, y podrán participar en un eventual cónclave para elegir al nuevo pontífice. De los nuevos cardenales, ocho son europeos, tres asiáticos, dos estadunidenses, uno africano y otro latinoamericano.
La homilía de este viernes sintetizó el magisterio de Benedicto XVI, basado en los pilares clásicos: amor (su encíclica se llama Dios es amor), caridad, justicia, universalidad y ecumenismo, verdad. Es una homilía de clara impronta paulina.
En lo litúrgico puso también de relieve el estilo personal del Papa: desde el acomodo discreto de flores hasta el atuendo de los nuevos cardenales, todo obedece a la mezcla de sobriedad y elegancia que preconiza Joseph Ratzinger. Por estos rastos, el Papado de Benedicto XVI se define basado en Cristo más que en María, y su discreción y elegancia evocan tanto a San Benedicto como a San José María Escrivá de Balaguer.
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Milenio. Mexico, D.F |
