Testigos de identidad reservada.- Crítico Constructivo
Fecha Friday, 30 January 2004
Tema 140. Sobre esta web


Testigos de identidad reservada.

Una vez más los defensores (Maria, 29-I) de la Obra atacan a quienes han optado por ejercer su legítimo derecho a mantener reservada su identidad en los diversos testimonios y escritos que se publican en la web. Se nos acusa de cobardes -poco hombres nos dijo una vez "el colo" Espinosa- por haber optado por no dar a conocer nuestros nombres.

Ante todo, quiero manifestar mi respeto por todos aquellos que decidieron hacer pública su identidad en esta web, ya se trate de promotores (pienso en la amiga Agustina) o de participantes (recuerdo en este momento a Francisco Mellado y a Carmen Charo). Para todos ellos, más mis sinceras felicitaciones.

Ahora bien, así como respeto a quienes deciden revelar su identidad, voy a intentar exponer los motivos por los que -a mi parecer- resulta innecesario, y a veces inconveniente, develar la propia identidad. Se me ocurren varios, a saber:

1. Por humildad. Si un autor espiritual puede publicar dos libros en la editorial Rialp -que no es del Opus Dei, pero los accionistas...- firmando con el humilde seudónimo de "un cartujo" sobre asuntos de elevado misticismo, tales como La trinidad y la vida interior o La vida en Dios, por qué no vamos a poder los ex miembros testimoniar anónimamente sobre algo mucho más humano como es un estilo institucional vigente nos causó daño y sigue dañando a otros.

2. Porque las virtudes de la justicia y de la caridad justifican denunciar públicamente los defectos del prójimo, lo que en el caso de esta web se cumple siempre teniendo la delicadeza de no identificar a aquellas personas que actuaron injustamente. Recordemos que "la injuria contra una persona puede serlo también contra Dios y contra la Iglesia, y entonces uno mismo debe ejercitar su propia venganza..." (S. Tomae Aquinatis, S. th., II-II, q. 108, a. 1, ad 2).

3. Porque cuando seguimos el cauce institucional no obtuvimos respuestas. Muchos de nosotros, cuando eramos de la Obra, dialogamos con los directores y nos tomamos el trabajo de poner por escrito nuestras reflexiones. Nos escucharon, simularon entender lo que deciamos, nos hicieron alguna concesión en algún argumento de poca importancia, nos respondieron con detalles materiales de afecto -una sonrisa, una palmadita en la espalda, una invitación a comer o a pasear-, y nada cambió. Y todo lo que escribimos seguramente duerme en el archivo de alguna Delegación, o fue arrojado a la basura. El Informe de A.G. y el escrito de Maque son pruebas suficientes de lo que afirmo.

4. Porque nuestros nombres son irrelevantes si los hechos que denunciamos son verdaderos. Importa la verdad y no quien la dice.

5. Porque no queremos agregar a los sufrimientos padecidos el temor que suscita el riesgo de que algún miembro de la Prelatura quiera tomar represalias o ponerse pesado con nosotros. No vale la pena.

6. Porque muchos de los testimonios de esta web podrían dar lugar a verdaderos juicios civiles contra el Opus Dei, y no conviene revelar la identidad real de los potenciales demandantes hasta tanto se inicie efectivamente el juicio.

7. Porque es una regla básica de internet no dar información personal a nadie. Es peligroso, y puede resultar inconveniente -pienso en hackers, usurpadores de identidad, etc.- dar nuestro nombre verdadero, la dirección, el teléfono, la dirección principal de correo electrónico, etc.

Y, por último, PORQUE NO SE NOS DA LA GANA, QUE ES EL MÁS SOBRENATURAL DE LOS MOTIVOS, según Escrivá.

Crítico constructivo
Argentina.







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