Corredor de fondo. Para Córdoba.- Bastian
Fecha Wednesday, 15 March 2006
Tema 075. Afectividad, amistad, sexualidad


Amigo Córdoba:
 
Dejando a un lado eso que se dice de que enamorarse es caer en un estado de enajenación mental próximo a la estupidez -digo yo que porque nos obliga a hacer cosas que de otra manera no haríamos-, mi consejo es que si tanto te gusta, y si has comprobado -como parece que sí- que tú a ella también le gustas, y si, además, atas cabos para poder deducir que sois compatibles y complementarios, pues que vayas a por ella. En el amor no hay reglas. Si te gusta una compañera y tiene novio, irás a por ella por encima del novio, aunque sea tu amigo o tu propio hermano. Eso es amor de verdad. Si crees, si estás seguro de que la quieres con esa pasión, pienso que deberías ir a por ella. ¿Cómo? Con inteligencia, delicadeza, vista y tacto, como hacen los pescadores de salmones en los ríos cántabros. Dando sedal, tirando y soltando, acercándolos a la orilla con mimo.
 
Dentro de esa táctica elemental, no te iría mal leer más a fondo esta web e insinuarle a ella que la podía leer también para conocer otros puntos de vista que no sean los de las directoras y el cura con el que la obligan a confesarse. Y procura insinuarle que todas las personas maduras tenemos nuestros reductos íntimos de pensamiento que no desvelamos a nadie... para que no sea tan ingenua de contar absolutamente todo a las de la organización.
 
No seas excesivamente presionante, sobre todo en estas fechas del mes de marzo en que la estarán avasallando con la vocación un día sí y otro también. Dile que te vas a ir a la cita del Papa en Valencia con las familias porque tú quieres formar una familia cristiana y que te gustaría que ella acudiera también. Y pasa y habla el mayor tiempo posible con ella por cuestiones de trabajo sin darle la matraca constantemente. Deja que se vaya acostumbrando a ti, a tu presencia, a trabajar contigo, a sacar adelante cosas de vuestro trabajo (estudio, proyectos, seminarios, investigación...) para que no esté incómoda delante de ti, que lo estaría si cada vez que os veis le das la barrila con la cosa del amor y demás. Dale hilo a la cometa. Ya lo dijo aquel santo en Camino: "Para quererse hay que rozarse". O sea, tratarse, no necesariamente a solas para que esté más suelta, mejor. Y poco a poco el pez caerá en la red. Después ella te estará eternamente agradecida y tú quedarás obligado de por vida a buscar su felicidad.
 
Tienes un trabajo de corredor de fondo. Si aguantas, llegarás a la meta.
 
Bastián (metido a celestino por una vez).








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