¿Por qué no enviar el catecismo a los obispos?.- Malco
Fecha Wednesday, 08 March 2006
Tema 125. Iglesia y Opus Dei


Hola a todos.

Leyendo el punto 289 del catecismo de la cosa, se me ha ocurrido la siguiente pregunta: ¿por qué no enviarle el documento -cada uno, no en bloque- a los Ordinarios de cada Diócesis, de modo que les llegue en masa, con copia de la carta al Vaticano? Se le podría enviar a mucha gente, incluidos los medios de comunicación. Y hacer notar las contradicciones internas, los despotismos "de estilo y tono", y el el hecho curioso de que estos documentos no son conocidos.

A mí, lo primero que se me ha pasado por la cabeza es copiar y pegar éste y otros puntos del catecismo, y mandárselo por e-mail a mis amigos de la cosa. También lo había pensado con puntos de Camino. Pero -me pregunto, y no es retórico- ¿qué bien hacemos con esto? Siguiendo la pauta del triste protagonista de El poder y la gloria, de Graham Greene, sería una obligación nuestra deshacer la imagen sentimental del bien que tienen nuestros seres queridos que aún siguen dentro. Es un tema que me preocupa, pues tengo algunos buenos amigos dentro.

Pasado mañana me veo con uno de ellos, numerario. No sé si contarle mi asiduidad en  opuslibros. Sé, objetivamente, que le dolería mucho, y que además no voy a conseguir nada bueno, al menos a simple vista, pues lleva 35 años en la institución, y no está -externamente al menos- en crisis. ¿Qué consigo con ello? Si no hablo con él de un tema que tanto ocupa mis conversaciones últimamente, ¿no estoy siendo poco transparente con él? ¿Hablaremos sólo de lo circunstancial y cotidiano, con esa sensación que ya conozco de estar evitando los temas candentes? Y el caso es que el sabor que me deja la idea de callar es como de ocultación culpable; y no tengo nada que ocultar. Supongo que rezaría, muy compungido, por mí, y me vería "descarriado". Quizá me citara la carta que Ratzinger le envió hace poco al prelado, felicitándole por su aniversario sacerdotal, carta que ya me envió por e-mail, desde la web oficial de la cosa. (Por cierto, un gesto -el de la prelatura- de muy poca "humildad colectiva"). Pero entonces yo le citaría, por ejemplo, el célebre texto del cardenal Balthasar (autor que le gusta), o cualquier otra cosa, y ya estaríamos en un "toma y daca", tan impropio de la amistad. Me gustaría que alguien me diera consejo, para sopesar otros puntos de vista.

En fin, no es fácil.

Un abrazo para todos.

Malco









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