Respecto de lo que dice Guiomar, una de las cosas que observé en la Obra fue la existencia de los numerarios "apostólicamente ineficaces" justamente porque no querían instrumentalizar la amistad y tenían como un instinto a resistirse a tal manipulación, razón por la cual su vida en la Obra tenía el tiempo contado. Existía la libertad interior de resistirse (y tal vez, sobre todo, el instinto a resistirse). Lo cual no evitaba que algunas veces lo hicieran, especialmente si había "amenaza eterna" y santa coacción de por medio, porque no olvidemos que la Obra es un sistema coactivo, que no funciona a partir de la libre iniciativa personal.

Pienso que Guiomar se refiere a las relaciones de pareja, en cuanto a lo que ha escrito. Y la pregunta sería hasta qué punto uno no es el engendro que fue.

De todas las personas que vi que se fueron porque era evidente que allí no iban a durar debido a que eran "demasiado humanas", hoy afuera las veo de lo más normales, para nada manipuladoras o egoístas. No estaba en su naturaleza el ser así.

Hay otras, en cambio, que no parecen haber salido del todo y en general la razón de su salida no fue tanto la "resistencia" al sistema como la "competencia" con el sistema.

En definitiva, según creo, si uno fue un entusiasta de la instrumentalización de la amistad, la cosa va a ser complicada de desandar. Pero si uno instrumentalizó a las personas "a pesar de la propia resistencia interior", al salir es muy posible que las tendencias naturales vuelvan a su curso.

Saludos,
E.B.E.