El Opus Dei insiste que no interviene en política. Su fundador repetía, hasta el cansancio, que sólo hablaba de Dios. Sin embargo, el prestigioso historiador Paul Preston –uno de los que ha contribuido a dar luz sobre la historia de España en el siglo XX- recoge en su biografía del rey Juan Carlos, unos hechos que ponen en duda estas afirmaciones.
Preston revela la intervención de Escrivá para conseguir que el futuro rey regresara a estudiar a España, uno de los objetivos políticos del régimen español, así como la puntual información que remitía al Caudillo de sus gestiones:
“Durante una estancia en Roma en marzo de 1950, don Juan recibió la visita del padre Josemaría Escrivá de Balaguer. Por entonces, el fundador del Opus Dei residía en Italia mientras se esforzaba por lograr pleno reconocimiento del Vaticano para su organización. Josemaría Escrivá reprochó duramente a don Juan que mantuviera a su hijo en Portugal, diciéndole que estaba mal aconsejado y mal informado sobre la verdadera situación española, y recomendándole que enviara otra vez a España al Príncipe, donde recibiría la debida educación patriótica. Las notas de Escrivá sobre su conversación fueron diligentemente remitidas a Franco. Es probable que en este encuentro se plantara la semilla de la posterior participación del Opus Dei en la formación de Juan Carlos” (Juan Carlos. El Rey de un pueblo. De Bolsillo, España 2004, pags. 82 y 83).
Más adelante Preston escribe: “En 1951 se incorporó al claustro de profesores Ángel López Amo, un joven del Opus Dei profesor de Historia del Derecho en la Universidad de Santiago de Compostela. Este sería uno de los primeros frutos de la entrevista de don Juan y monseñor Escrivá en Roma. Fue prácticamente el comienzo de la fuerte influencia del Opus Dei en el Príncipe” (ibidem pag. 86).
No hay que olvidar que Escrivá tenía ya vinculaciobnes con Franco. Había organizado desde 1944 Ejercicios Espirituales en El Pardo para el Caudillo. Como bien puntualiza Preston, el acercamiento no sólo era con Franco: “Mirando al futuro, Escrivá de Balaguer procuró también mantener buenas relaciones con don Juan dado que, como muchos franquistas conservadores, tenía esperanzas de que la dictadura fuera en algún momento sustituida por la monarquía” (Ibidem, pag. 37).
¿Por qué los hagiógrafos de Escrivá guardan silencio sobre sus intervenciones en la vida política española?. Poco a poco los historiadores irán sacando hechos, que permitirán hacernos una idea cabal de quien fue en realidad José María Escrivá.
Ángel
