Pequeñas experiencias.- José_Antonio
Fecha Wednesday, 15 February 2006
Tema 125. Iglesia y Opus Dei


Hace pocos días me comentaba un ex que a él en la opus no le sucedieron grandes cosas que pueda contar en la web. Le dije que a mí tampoco, con la salvedad del enorme engaño que la mayoría padecimos, pero que en mi opinión también merece la pena contar pequeñas experiencias que ayuden a comprender lo que ocurre dentro de la opus, y porqué tanta gente decide finalmente irse. Así que voy a dar un poco de ejemplo J.

 

El último correo de Satur me ha recordado que yo, a los pocos meses de pitar, también fuí a veranear a Mallorca...a un curso anual de recién pitados...O sea, “lo normal” en cualquier “cristiano corriente”...con posibilidades económicas...



Como yo no tenía dinero se lo pedí a mis padres y, además de embarcarme en la opus (ocultándoselo a ellos por consejo de mi director), me embarqué en uno de los barcos de la Compañía Transmediterránea rumbo a Mallorca.

 

Yo pertenecía a una familia de clase media para la que semejante gasto era  extraordinario y absolutamente innecesario, sobre todo teniendo en cuenta que vivíamos en Torrevieja, ciudad costera de Alicante (España), con magníficas playas donde bañarse y con dos Iglesias donde rezar...

 

Hasta yo mismo necesité echar mano de la “visión sobrenatural” para convencerme de que veranear en Mallorca era lo que Dios me pedía en aquel momento...Pero confieso que me convencí con facilidad, porque lo cierto es que tenía su aliciente el plan: aquello de hacer la maleta y salir del núcleo familiar por primera vez, subirse a un barco grande y pasar una temporada en una isla jugando a ser un joven independiente y con criterio propio era algo apetecible...por la novedad, por la aventura, por la sensación de libertad, etc...Por otra parte, teniendo en cuenta que los Reyes de España veraneaban en Mallorca y que los numerarios decíamos ser aristócratas de la inteligencia la cosa no iba muy descaminada...J

 

Lo cierto es que en Mallorca no fuimos a la playa sino al campo, a Sa Carrotja (no sé si se escribe así), a una especie de casa de turismo rural situada en una finca rústica con una pequeña piscina, una plantación de almendros y poco más...Allí nos daban charlas y más charlas de adoctrinamiento opusino, clases de apologética y clases de latín...Y la incomunicación con el mundo era total, con la salvedad de que se podían escribir cartas.

 

Me llamó muchísimo la atención que hubiera un solo libreto de apologética, que podíamos consultar pero que había que devolver a su sitio al terminar la consulta.

 

De aquél curso anual recuerdo con cariño a muchos de aquellos jóvenes/niños numerarios, y la ilusión que casi todos teníamos al considerarnos elegidos por Dios para una misión específica, de la más alta categoría...Además era en cierto modo una misión “secreta”, un secreto guardado entre Dios y nosotros del que la Iglesia no era consciente...aunque fuera la beneficiaria, según nos decían...Nosotros, cual “Agente 007 al servicio de Su Majestad”, teníamos una misión que realizar por encargo divino y nos estábamos preparando para ello...Bueno, eso creíamos.

 

También recuerdo con cariño a Santiago Tusquellas,  joven subdirector entonces, que en noches de no saber qué hacer nos enseñó a cantar una canción de coro tipo habanera cuya letra decía:

 

Carbónnnnn, carbónnnn, carbónnnn.....

Carbón de en-cina y pi-cón,

Carbón de en-cina, picón de o-livo,

Niña bo-nita, vente con-migo...

 

vente con-migo...

 

Madre, mi carbo-nero no vino a-noche,

Y le-es-tuve espe-rando hasta las doce...

 

Carbón,

Carbón de encina y picón,

Carbón de encina, picón de olivo,

Niña bonita, vente conmigo...

 

La letra tenía su cosilla porque nosotros, de niñas bonitas nada de nada (¡ya quisiéramos!), pero en fin, dicen que “el que canta sus males espanta”...y así muchas noches nos dedicábamos a cantar a coro lo del carbón y la niña bonita.

 

Santi estudiaba Derecho y nos explicó a algunos –los más mayores- el asunto de la solución jurídica de la opus –entonces instituto secular-, que consistía en resumidas cuentas en que se crease una figura jurídica exclusiva para ésta institución.

 

Santi dejó amigos por donde pasó  y tras años de puestos directivos en la opus vino a engrosar las filas de los ex, formó una familia y tuvo la desgracia de fallecer joven. Ignoro las circunstancias de su salida, pues yo me fuí algunos años antes que él, pero creo que le hubiera encantado conocer ésta página web y reencontrarse con tantos que, como él, nos fuimos.

 

José Antonio.







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