Acabo de leer el libro: POTERI FORTI, de Ferruccio Pinotti (no tengo idea si ya existe una edición en español). Me parece que precisamente en esta página encontré la referencia del libro. El libro realiza un análisis de las posibles causas del asesinato de Roberto Calvi, ejecutivo, hasta su muerte, del tristemente famoso banco Ambrosiano. Asesinato ocurrido el año 1982.

Lo interesante del libro (obviamente existe abundante literatura al respecto) es el análisis concienzudo y detallado de la relación entre los poderes económicos (banqueros, industriales y otros), la mafia internacional (en particular la italiana) y la principal estructura económica del Vaticano (el citado banco y otras entidades bancarias asociadas). Entre los "negocios" ilegales se encuentran: tráfico de armas, exportación ilegal de divisas y blanqueo de dinero.

Está demostrado que la Iglesia, en cuanto estructura organizativa, tenía y tiene conocimiento y referencias concretas de lo que ocurre a ese nivel (especialmente con respecto al IOR, Banco Ambrosiano y otras).

En el libro se proporciona referencias concretas de personas pertenecientes al Opus que fueron protagonistas o estuvieron ligados directa o indirectamente a algunos de esos negocios" (recuerden que en el libro de Tapia se hace referencia concreta de la "aventura" que
significaba sacar divisas ilegalmente de España hacia Italia). Ni que hablar de las relaciones con las fuerzas políticas italianas, la logia masónica P2 y, bueno, la lista sería demasiado larga para incluirla en este breve comentario.

Vaya y pase(??) que un común mortal católico esté metido en varios de esos negocios sucios, total, siempre es posible arrepentirse y volver a comenzar. Pero, una persona perteneciente a la Obra, sobre la cual se ejerce un "control" estricto, en sesiones semanales y otros medios,
donde, en el caso de ejecutivos (o profesionales influyentes) de bancos y políticos de alto vuelo, seguramente se hablará y coordinará institucionalmente (con directores y otros niveles) sobre acciones a tomar en cuestiones que tienen características, por decir lo menos, sospechosas de rozar en la inmoralidad (no hablemos de la ilegalidad, que para eso siempre se encuentran argumentos que las justifiquen) de tales contubernios. El argumento oficial, que la obra no influye en las decisiones profesionales o políticas, en ejercicio de un gobierno, (es el caso de los banqueros y políticos, en los que, los negocios y hacer política es "la actividad profesional", obviamente) no aguanta un soplido.

Leyendo el libro me viene a la mente algunas interrogantes que hace muchísimos años me hacía y continuan sin resolver. ¿Como se puede ser fieles a una institución (inexorablemente ligada a sus estructuras materiales y organizativas) y estar convencidos que se cumple, con los
principios cristianos?.

Bueno, es una de las tantas inquietudes que nos persiguen toda una vida.

Saludos

Ibert