Salir del congelador y no volver más.- CdC
Fecha Monday, 06 February 2006
Tema 060. Libertad, coacción, control


Hoy recibí de una persona que pasó diez años dentro, el siguiente mensaje.  Si a mi no me hubiera pasado lo mismo no lo hubiera entendido. Os lo copio:
 
"Para quienes nunca nos fue permitido entrar al Sancta Sanctuorum donde se preparan los alimentos (en la niñez y antes del pitaje porque tenemos sirvientes y después porque es terreno de la Administración) podemos experimentar en primera persona lo que le pasa a los alimentos en la heladera.
 
Para quien no sepa me estoy refieriendo a un aparato que para enfriar alimentos consume más electricidad que toda la casa junta -incluyendo  la tv prendida, -por si hay alguien que osa tener una y de ser así no guardar bajo llave a este aparato infernal y pierde tiempo-
 
En este electrodomestico existen dos secciones una donde todo se congela y otra en donde solo se enfrian los alimentos.  En caso de peces, pollo, o carne  que se mete al congelador debe ser descongelada antes de que cumpla el objeto para el cual se metió en tal sitio. Lo más recomendable es que antes de descongelar pase por la otra sección, -como plano inclinado en baja, no es necesario ir tan lento como cuando se va en un plano inclinado en alta-.   Dicho en otras palabras, si mete la carne al congelador para que dure más tiempo, ahí las moleculas sufren una transformación.  Al descongelarse no se puede volver a meter en el congelador porque se "pudre".  Dicho de otra forma:  Se entra en el congelador SOLO TEMPORANEAMENTE, nadie esta en una heladera por siempre, si se pasa el tiempo caduca y entonces se tira a la BASURA.  A quienes nos metieron en un congelador libre de bacterias, un ambiente limpio, frio, obscuro y protegido nos conservaron bien, pero una vez en el mundo real OLVIDADO por ningún motivo se puede volver a congelar.  QUIEN TENGA OIDOS PARA ESCUCHAR QUE ENTIENDA."
 
La persona que me lo mandó se salió por no otra razón sino porque le dio miedo que su vida terminara como las del centro de mayores a donde la mandaron para que se recuperara de una sencilla operación ginecologica que requería estar en cama unos días.  Dice que simplemente de pensar que en eso terminara un "llamado a la santidad" le entraban ganas de salir corriendo. Lo dijo salvajemente sincera tres veces: a la directora del centro, al sacerdote y a la directora de la delegación que la fue a ver.  La primera le dijo:  lo que pasa es que las jovenes ocultan más sus defectos y las grandes se muestran como son, el sacerdote dijo:  Menos mal que no eres tú quien juzga sino es Dios quien toma en cuenta los esfuerzos de toda la vida y la tercera, que le pareció la más cinica de todas porque aceptaba que era un hecho pero al mismo tiempo que estaba obligada a dar la respuesta oficial.  Con una voz melosa:  "Túúúú preocupate por tu propia santidad y no teeeeee compares.  Me looooo prometes...   Bueno Primor ya se me hizo tarde y recuerda que los enfermos son nuestro tesoro. Portate muy bien para que todas las mayores de esta casa se sientan utiles. Para eso te mandamos. Desde aqui estas apoyando muy fuerte a las pitables.  El padre nos pide 500 y si Dios te pide a ti esto aprovecha.  Desde aqui solo piensa mucho en todo el apostolado que puedes hacer. A lo mejor por cada día que estas aqui nos esta pitando una en Kazajistan, otra en Eslovenia y otra en Canadá.  Dios a nadie le pide imposibles. (al tiempo que la despeinó afectuosamente y se depidió:  Diiiiiiime que siiiiiiii y que no vuelves a pesar en eso? siiii? me lo prometeeees?  Poooor faaaaaaaaaa. 
 
 Tomó el consejo literalmente y se dio cuenta que dentro no es un camino de santidad, sino de depresión -y no necesariamente endogena (llamase así a quien su depresión depende del ambiente. Hay ambientes que motivan y otros que aniquilan).
 
En suma:  Si el Opus Dei aporta tal suma de dinero al Vaticano que ciega la esperanza de justicia, si las autoridades civiles no pueden "entender" que alguien pueda ser tan facilmente hipnotizado y no salga... tal pareciera que esta pagina -y sus web amigas- son la única valvula de escape, pero al mismo tiempo son pocos los que la leen comparado con los que la necesitan.   No podríamos publicar en todos los periodicos de gran circulación, grandes carteles en las principales calles un letrero que diga simplemente:  DEJÓ A SUS HIJOS EN EL CONGELADOR?  ACTUE PRONTO.  VIVA LIBRE.  VISITE http://www.opuslibros.org/
 
CdC








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