Hola a todos;
Hace meses que os sigo diariamente, pero no he vuelto a escribir por falta de ideas que aportar. Todo parece estar expresado aun siendo vivencias diferentes. Las anécdotas individuales y la intensidad del dolor es el tono de color diferente en las vidas aquí representadas. No puedo estar de acuerdo con argumentos hirientes y llenos de bilis que algunos, como Ana Azanza, sólo representan un aspecto satanizado de lo que significa y representa el Opus Dei. ¡¡¡¡NO ESTOY DE ACUERDO!!!!. No puede ser cierto, que aun siendo su experiencia tan negativa y dolorosa, generalice hasta el extremo de ridiculizarlo todo de forma tan grosera y grotesca. Ciertamente, hay aspectos que tienen que cambiarse, y aquí es donde tengo que felicitar (por lo visto soy de los poquitos) a Roberto_2. ¡¡¡¡SI ROBERTO, ESTOY PLENAMENTE DE ACUERDO CONTIGO!!!!.
Sólo, que yo añadiría algunos aspectos más como puntos negativos:
1. En la fundación del Opus Dei se hace hincapié a que el fundador desarrolló su labor en los barrios más pobres de Madrid. "El Opus Dei, apartir de los estratos sociales influyentes irá apostolizando al resto de estratos sociales". JAA, JAA, JAAAAA.....!!!. Creo que queda claro que se quedan en los estratos altos, y punto. Todas las labores desarrolladas (universitarias, empresariales,....) son privativas y prácticamente inalcanzables económicamente para gente sencilla. Los pobres no caben (bueno sí, como numerarias auxiliares). Quizás un 0.00001% con becas y curriculum acorde pueden entrar. Siempre se argumenta que existen los colegios como Xaloc, en Barcelona, en barrios humildes. ¿¿¿¿SABEIS CUANTO CUESTA LA MATRICULA Y MENSUALIDADES DE ESE PUTO COLEGIO????. Me da risa cuando se argumenta lo inargumentable. Lo que tendrían que hacer es reconocer que son un movimiento para el apostolado Y PROSELITISMO de la "gente bien", para que puedan entrar por el ojo de la aguja, y punto.
2. La diferencia clara entre la teoría y la práctica. Se habla en todos los medios de formación de ser siempre sinceros, íntegros, justos,.... ¡¡¡¡Y UN CUERNO!!!!. Yo he visto casos de flagrante injusticia, echando de sus puestos de trabajo a gente que no eran "de casa", para que vinieran los numerarios de turno. Si, ya sé, más de uno afín puede pensar que eso no está mal. Pero cuando los argumentos esgrimidos no son los verdaderos y se cambian por otros supuestos argumentos más loables, ¡¡¡¡SIIII, ESTA MAL!!!!. ¿¿¿¿ME OÍS????. ¡¡¡¡SIIII,.... ESTA MAL,....JODER!!!!.
3. Se confunde el medio con el fin. Nunca puede existir la autocrítica. Ni siquiera la crítica constructiva. Es falta de buen espíritu y va contra la unidad de la Obra. El fin no es el Opus Dei, es Dios y las almas que vamos hacia El. Dentro del Opus Dei todo lo que se refiere a la entidad es santa por definición. ¡¡¡¡PUES NO, SEÑORES!!!!. El OD (estoy hasta el moño de esbribir Opus Dei), no es santo por si mismo. Será Dios, y en todo caso sus miembros puntualmente según sus méritos delante de Dios. El OD es un medio, ¡Y cuantos medios se han ido torciendo (incluso con buenas intenciones) a lo largo de la historia de la Iglesia !. No puede ser que se digan cosas y luego se hagan otras (MENTIRAS PIADOSAS). En fin, Roberto_2, yo SI creo que existen aspectos positivos (los que tú mencionas), pero lo preocupante es que los aspectos negativos cada vez los ahogan más, y ese medio teórico de acercarse a Dios puede convertirse en su ruina.
Un abrazo.
TOTI
Nota de Agustina.- Querido Toti, la libertad de expresión en esta web no radica en hacer juicios de valor sobre lo que le lleva a tal persona a escribir lo que escribe ni cómo lo escribe. Me refiero a tu comentario -para mí muy desafortunado- sobre Ana Azanza. Ella firma con su nombre real, punto uno, y si los comentarios te resultan hirientes, pregúntate quién le infligió la herida, punto dos. Su experiencia es suya y tiene todo el derecho a contarla, punto tres, además de que la ha publicado en un libro, poniendo la cara hasta en la portada del mismo. O sea, que no ha tirado la piedra y escondido la mano. Hay que debatir ideas si no se comparten, y Ana las debate. Hazlo tú también la próxima vez, por favor. Un saludo, Agustina L. de los Mozos.
