‘Deus est Caritas’ y un articulo del prelado Javier Echevarria.- Hormiguita
Fecha Wednesday, 01 February 2006
Tema 125. Iglesia y Opus Dei


La Encíclica ‘Deus est Caritas’ y un articulo del prelado Javier Echevarria

 

 

 

El pasado Domingo 29 de Enero, La Vanguardia, (un diario de Barcelona) publicó un articulo del prelado Javier sobre la Encíclica “Deus caritas est” de Benedicto XVI. Hoy está recogido en la web de la prelatura.

 

Me gustaría escribir sobre 4 temas que interesa comparar. Seguidamente, contrasto lo que dice la encíclica con lo que escribe el prelado.  1) La definición de caridad. 2) La caridad y el trabajo. 3) La caridad y el apostolado. 4) La recomendación del prelado. Finalmente 5), -añado yo- algo que me ha impresionado mucho...



1. La definición de caridad.

 

Escribe el prelado Javier: “Caridad significa servir, comprender, consolar, escuchar, sonreír, acompañar, corregir, animar, pedir perdón y perdonar, dar y recibir.

 

Dice la Encíclica en su punto 31,a: “La caridad cristina es ante todo y simplemente una respuesta a una necesidad inmediata en una determinada situación: los hambrientos han de ser saciados, los desnudos vestidos, los enfermos atendidos, los prisioneros visitados”. etc. En los puntos 25-b, 31-a y 31-b, la encíclica refiere al buen samaritano como ejemplo de la espontaneidad de corazón. Y dice que éste es el “programa de Jesús”. Lo dice bien claro. También en el punto 15, y en el 40 alude a lo mismo. En total hay cinco referencias.

 

Comentario: El prelado Javier, -en su definición- no menciona el objeto de la caridad: que es el necesitado. Sin un objeto de necesitado, no hay caridad, porque por ejemplo: Un traficante de armas sabe “servir” a otro traficante de armas, un ladrón “acompaña” a otro ladrón, un terrorista “corrige” a otro terrorista, un proxeneta “anima” a otro proxeneta etc. Así sucesivamente con los todos verbos que usa el prelado en su definición de caridad.

 

Mientras preparaba esto, me vino a la cabeza, una auxiliar que me servia la mesa cuando era numerario. Ella no hacía un acto de caridad. Porque como numerario yo no necesitaba que se me sirviera la mesa, ni yo era persona necesitada. Además yo pagaba por mi mantenimiento al centro. “Sorry” si alguna ex nax se ofende. En fin... continúo en el tema de la encíclica.

 

2. El Trabajo y la Caridad.

 

Escribe el prelado: “Santificar el trabajo  equivale a convertirlo en expresión de amor a Dios y ocasión de entrega a los demás, impregnarlo de justicia y de caridad.

 

La encíclica: En su puntos 16 y 18, habla de amor al prójimo y de entrega a los demás, pero sin referirse al trabajo como premisa. La premisa es el encuentro intimo con Dios y la contemplación, no el trabajo.

 

Comentario: No podía faltar que el prelado Javier hiciera una proclama de la santificación del trabajo. Pero la encíclica NO relaciona la caridad con el trabajo, sino con la atención a los necesitados. Personalmente, si yo miro el curso de mi trabajo profesional, he trabajado mucho y arduamente durante años, y no he hecho casi nada para algún necesitado con mi trabajo, salvo para mis hijos. En cambio, cuando he ido a colaborar a un centro de la Madre Teresa de Calcuta, en mi ciudad, si que he hecho algo para los necesitados.

 

3. La caridad y el apostolado.

 

El prelado: “En la caridad radica la clave de la “nueva evangelización” y “de difundir el Evangelio” (yo entiendo se refiere al apostolado).

 

La encíclica: “La caridad no ha de ser un medio en función de lo que hoy se considera proselitismo. Punto 31,c. No se practica para tener otros objetivos. Quien ejerce la caridad en nombre de la Iglesia nunca tratará de imponer a los demás la fe de la iglesia”.

 

Sin comentario. Es evidente la diferencia radical entre la encíclica y el texto del prelado.

 

Bueno, si quiero añadir algo... En el libro “Servir a la Iglesia” del prelado Javier, éste habla de “empujar a parientes, amigos y compañeros por las sendas de amor divino”. Recuerda a la santa coacción de Escrivá.

 

4. La recomendación del prelado: “si abordamos la lectura y meditación de la encíclica con sana curiosidad...”

 

Comentario: Quiero felicitar al prelado, porque recomienda la lectura y meditación de la encíclica! En la época del fundador  Escrivá, yo nunca escuché en charlas, círculos o meditaciones, ni leí recomendación alguna de leer y meditar las encíclicas de los Papas del momento. Era algo que me tenia intrigado. Por tanto, prelado Javier, si realmente recomienda la “meditación” de esta encíclica a los socios del Opus Dei, le felicito de corazón.

 

5. Finalmente lo que mas me ha impresionado de la encíclica (en relación con la obra) es el punto 32, donde dice que el ordenando en el rito de su consagración como sacerdote “promete expresamente  que será en nombre del Señor, acogedor y misericordioso para con los mas pobres y necesitados de consuelo y ayuda”. Los más de 2,000 sacerdotes del Opus Dei han prometido esto?

 

Para Escrivá en conversaciones 69 y Forja 382 los sacerdotes “son un apostolado” y “se dedican a servir los fines apostólicos del Opus Dei”. No creo que tengan los sacerdotes del Opus la independencia para dedicarse a los necesitados -como han prometido-, sino que es al revés. Su dedicación a los apostolados del Opus Dei, les impide atender a los pobres y necesitados. En fin, esto es opinable.

 

Casualmente, cuando he acabado este aportación, me doy cuenta que es el día de San Juan Bosco, un santo que el Papa cita en su encíclica como ejemplo de caridad.

 

Hormiguita

 

Nota de la web. Hormiguita tiene varios escritos bajo el título "Contradicciones de la doctrina interna", y éste se añade al mismo.

 







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