Algo de lo que yo viví.- Ferchu
Fecha Wednesday, 25 January 2006
Tema 010. Testimonios


Hola amigos, encontré esta web hace muy poquito tiempo, y desde entonces la estoy leyendo. Me da alegría, por una parte, pero por otra siento una profunda tristeza comprobar que la percepción del daño que hacen algunos “personajes del Opus Dei” es real. Digo “algunos” porque dentro he conocido gente de primera calidad, muy santa y con un gran respeto a la dignidad de la persona humana.

 

Hace bastante tiempo “me fui de casa” (me parece gracioso escribir así). Viví en un centro por 6 años, tiempo en que fui numerario.

 

Tengo algunos malos recuerdos del último periodo, por ejemplo... el que más hondo me hirió fue que uno de mis mejores amigos se estaba muriendo de cáncer y no podía ir a verlo todo lo que yo quisiera, porque “él había sido de casa”, además porque “se podía pensar que yo perdía el tiempo” (fue la corrección fraterna que me hizo el director...). Al final, cuando me fui de la obra, fui a vivir a casa de ese amigo, porque él me había pedido que lo ayudase a “morir”. Los de la obra querían que mi amigo pitase como supernumerario antes de morir... ¿¿?? Yo pienso que la razón era que mi amigo estaba muriendo como un santo, y es mejor que después se diga que “fue del opus dei”..., además todo su entorno, los amigos, eramos del “jet set”, de la “hight society”. Y a ellos les gusta aparecer en esos lugares, son como los fariseos de la época de Jesús. 

 

Siempre me hice la sgte. pregunta: ¿acaso la cabeza de la Obra no se da cuenta que “todos se están yendo”...?. Nosotros eramos más de 18 en el centro de estudios, y de esos no han quedado ninguno. Cada año me iba enterando que se estaba yendo alguno, hasta que no ha quedado nadie de mi época. Deberían hacer un consenso y estudiar por qué tantos numerarios dejan de pertenecer a la obra, “algo” no anda bien...

 

De todas maneras, me gustaría encontrar amigos “ex” con quien compartir saludos, les doy permiso a la dirección de esta web para dar mi correo electrónico. Especialmente si tienen correo electrónico de ex numerarios argentinos... me gustaría escribirles, porque de seguro habremos coincidido en algún curso anual.

 

Les cuento otro suceso que ahora me hace mucho daño, en ese momento tuve que tener “alguna neurona quemada” para quedarme callado y aceptarlo. Siendo yo numerario, se había incendiado la casa de mi madre, ya que mis padres se habían separado. Me llamaron al centro para avisarme que mi madre estaba internada por un ataque de nervios... ¿creen que el opus dei hizo algo al respecto?, lo único que hizo el director del centro fue acompañarme a ver la casa incendiada... nada más. Y conste que se habla en las “charlas de formación” que muchas veces , en caso de emergencia, se ayuda a las familias de los miembros de la obra (es lo lógico, ya que nosotros entregamos todo nuestro sueldo, y no tenemos manera de ayudar a nuestros padres en estos casos). Incluso en esos días pedí a un amigo mío, que era adscrito, que me llevara a ver a mi madre, luego me hicieron “una corrección fraterna” por eso de las amistades particulares. La gente “santa y entregada” de la obra no tienen corazón. Son gente de plástico. Gente a la que se le enseña a manipular a los amigos, porque cuando un amigo “pitó” ya no se lo visita, porque ya es “de los nuestros”... y en casa no existen las amistades particulares... SIEMPRE se busca gente buena, para luego CONVERTIRLOS  en gente falsa, mentirosa, manipuladora y farisea. Se les anula la capacidad de pensar, de decidir... (... y menos mal que “en casa” la obediencia es inteligente...jejejeje).

 

Me da risa cuando se habla “de la libertad de los hijos de Dios en el opus dei” ...MENTIRA. Son marionetas, incapaces de enfrentarse cuando ven algo que está mal, y se comete verdaderos abusos en nombre de “la obediencia a lo que Dios quiere”, hasta se atreven a hablar en nombre de Dios.

 

Actualmente he visto que escribe en los periódicos de mi país, el actual Director de la Delegación, un sacerdote argentino, cordobés... les aseguro que nunca he conocido a una persona más arrogante, orgullosa, petulante y soberbia que este tipo. Es la persona más detestable que he conocido dentro, y conste que hay gente estupenda metida allí, o por lo menos lo había en mi época. Cuando este personaje llegaba al centro donde yo vivía, por poco debíamos hacer una reverencia para saludarlo (todavía no era cura).

 

En fin, es todo por ahora. Espero que los argentinos me escriban, a ver si encuentro a mis amigos del alma de los cursos anuales de La Chacra, CPR, Cudes, Villa Moreno, etc.

 

Un abrazo,

Ferchu









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