Mis queridos colegas:

No sé si soy de los más veteranos en esta posición. Tal vez sí.

Pité en el 1967 y despité en el 2000.

He leido muchos de los escritos y me ha impresionado.

Realmente somos gente, la de este grupo, que muchos tenéis mucha materia prima: Escritos con garra, con mucha gracia y con una gran carga afectiva.

Me gustaría responder a muchos de los escritos, pues en casi todos tengo algo que decir.

Supongo que podré hacerlo con calma.

Una cosa que encuentro a faltar, en general, es la referencia a la Vocación.

No sé si lo habéis notado. Creo que la vocación, no la que aparentemente nos digeron que teníamos y que luego hemos puesto en entredicho, sino la auténtica, la que infunde Dios a cada uno en algún momento de la vida, creo que no la hemos perdido. Creo que no se pierde. Creo que no se puede perder.

Decirlo así, en general, ya sé que suena a meditación, a charla o a correción fraterna, no, me refiero a la que da Dios internamente. No la que se puede haber deslizado subrepticiamente en la charla. Esa no. La personal. La de cada uno.

Yo pienso, además de sentirlo, que no se pierde.

Bueno, hasta pronto.

JoseAntonio_2