Callar, sufrir, ofrecer... Dejar hacer, dejar pasar!!.- Doby
Fecha Friday, 20 January 2006
Tema 140. Sobre esta web


Para Enrique J. Campero, de Lima, Perú.

Estimado Enrique,

aunque no lo creas me dirijo a ti con un cordial estimado, porque creo entrever (puede que me equivoque) que esa nueva etapa de tu vida de la que hablas, seguramente es aquella por la que hemos pasado todos los que escribimos en esta web. Y por supuesto que tus líneas estan disponibles para todos, pues esta web, a diferencia de las oficiales, no es de pensamiento único, aquí realmente cabemos todos.

Por ese lazo que compartimos es que quiero, con la misma sinceridad que nos escribes, hacerte algunas reflexiones, no polemizar, solamente invitarte a reflexionar, de la misma manera que tu haces.

Afirmas que lo que aquí se dice no es del todo cierto "en honor a la verdad", quiero pensar que, en honor a esa verdad, te tomaste el tiempo necesario para leerla, si no en su totalidad, sí en una buena parte pues mala cosa sería opinar sobre lo que se dice por una lectura superficial. De haberlo hecho, habrías encontrado que repetidamente se ha pedido a que quienes intervengan en la web diciendo que hay una falsedad o una inexactitud que se señale ésta concretamente y éso se echa de menos en tu nota.

Afirmas que "TODOS" los que pertenecimos al opus lo hicimos usando nuestra inteligencia y voluntad; esa afirmación, tan universal y taxativa se desmiente con la simple lectura de los testimonios de esta web. No sé cual ha sido tu personal experiencia, pero el reclutamiento de adolescentes en el cual estuve personalmente involucrado no apela a la inteligencia ni a la voluntad -imagino que cuando hablas de voluntad te refieres al libre ejercicio de ésta sin coacciones de ningún tipo- sino a todo lo contrario: a la emotividad y a la obediencia, cuando no a la coacción moral y religiosa; de todo esto hay abundante testimonio personal también. Debes recordar además que el grueso de las vocaciones de numerarios proviene de adolescentes que no ejercitan plenamente las potencias de las que hablas y además bajo instrucciones de ocultarlo de sus padres o encargados legales. Te invito a reconsiderar tu proposición y quizá matizarla haciendo referencia solamente a tu experiencia personal.

En la vida de todos los que escribimos aquí, tambíen llegó ese momento especial, en el cual como tú, nos dimos cuenta que no eran ellos los que decidían nuestras vidas, sino sólo cada uno de nosotros a solas con su conciencia. Supimos, como tú, hacer oídos sordos a las amenazas de condenación, a los señalamientos de traición, a las comparaciones con Judas... y tantas otras cosas que oíamos y leíamos en Meditaciones, editoriales de Crónicas, Cursos Anuales, etc. etc. etc. pero si te das cuenta... nada de eso ha detenido la estampida; me fui yo, te fuiste tu y cada vez se van más, de todas las edades y en todos los cargos -sacerdotes incluidos-. Ahora, pregúntate porqué. Inquiérete la razón de tanta desbandada, de tan poca permanencia y encontrarás un error de fondo que es institucional.

Eso no es proyectar las culpas en otros, es que el sentido común nos dice que si algo les falla a ellos, que no a nosotros, con tanta frecuencia, hay un problema de fondo que debe ser discutido, examinado y si hace falta denunciado, porque estamos hablando de personas. Y, en el ínterin, esas personas dejan su vida, sus ilusiones, su tiempo, su juventud, su dinero, su trabajo, sus relaciones, algunos abandonan y ya no reecuentran familia, amigos, país de origen....

Lo que pides es la última ola de participaciones que nos llegan desde "la gentilidad": acepten, callen, amen su dolor... pero eso es dejar hacer y dejar pasar. Es permitir que esas prácticas instucionales sigan vomitando al mundo gente que pasa por un gran dolor, por una gran desilución, personas como tú o yo que entregó su vida por un compromiso que luego resultó falso, otro error de la maquinaria institucional que es sencillamente desechado... y otro y otro y otro... ¿Cómo puedes permanecer indiferente?

Y lo último, quizá no pensaste cuando escribiste que encontraste amistad y tolerancia PORQUE tú intentaste ser leal y tolerante, ¿qué sugieres? Que quienes no encontramos esa amistad y tolerancia fuimos desleales e intolerantes? No escribas a la ligera Enrique, te invito a reflexionar y confrontar los hechos, uno por uno. Sin generalizaciones, sin suposiciones, sin hacer alarde de compasión. Creo en lo personal que lo que está haciendo falta en el mundo es más acción y menos conmiseración.

Un abrazo en tu nueva vida.

Doby









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