A propósito de la novia de Miki.- Casanueva
Fecha Friday, 20 January 2006
Tema 050. Proselitismo, vocación


Qué tal, Miki:

Leí tu último escrito y me identifiqué con tu caso. Fui agregado y muchas veces me pongo a hablar sobre el pasado con mi novia actual, a quien le terminé antes de hacerme de la Obra (luego ella se hizo numeraria). Solemos llegar a interpretaciones como las que trataré de presentarte de una forma sucinta.

Una relación de noviazgo, entre dos jóvenes que suelen ir por centros de la Obra, suele estar mediada, mínimo, por cuatro personas más: dos curas, una numeraria y un numerario. Es decir, no es una pareja sino un sexteto. En el caso de mi novia, con quien estuve casi 4 años en la etapa inicial, ocurría algo semejante: había un cura que nos confesaba a ambos y sendos "laicos" mostrándonos las maravillas de la vocación.

El estar imbuidos por un ambiente tan opusino en lo relacionado con la "pureza", principalmente, no sólo hizo que la relación se enfriara, sino que propició que yo optara por terminar, porque casi nada me unía a ella. Era evidente que a ambos nos habían visto cualidades para sugerirnos ser agregado y numeraria, respectivamente, razón por la cual, creo yo, nunca nos invitaron a luchar por salvar nuestra relación, sino que nos animaron a "ver" eso que ellos "veían", especialmente en mí.

Reconozco que nadie me obligó, porque yo ya estaba grandecito cuando tomé la decisión (23 años), pero desconocía la letra menuda de un contrato que día a día me fue desilusionando. Cuando tomé la decisión, recuerdo haberle escrito a ella por correo electrónico, para que no dejara de frecuentar el centro, porque sólo así podría entender el carácter sobrenatural de mi decisión.

Frente a lo que ahora vives con tu novia, pienso que es importante que tengas en cuenta lo que yo hice con mi ex novia, cuando había dejado de ser agregado y quería que ella entendiera por qué me había salido: imprimí los textos del sacerdote Antonio Ruiz Retegui -que los encuentras en Opuslibros-, se los llevé a su centro y la invité para que los analizara a conciencia.

Fue difícil para ella, porque ya era numeraria y estaba haciendo su centro de estudios. Pero fue vital, no sólo para que entendiera mi "infidelidad", sino para que incluso replanteara su pertenencia a la institución. Y sí que lo replanteó: hoy somos novios de nuevo.

Creo que una decisión es válida en la medida en que está soportada en la información. Sólo de esa manera se puede obrar a conciencia. Quizás en este momento tu novia esté movida sólo por la emoción, y eso puede ser contraproducente.

Una abrazo, Miki.

Casanueva

 









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