me llamaste hace una semana un tanto desesperada, no sé hasta que punto, pero bastante. Eres esposa de un supernumerario y madre de un numerario. Decías que habías leído mi libro y que querías un consejo sobre tu situación.

 

En ese momento me pillaste un poco de sorpresa y sólo pude decirte lo que en ese momento se me vino a la mente. Quitarse al opus de encima es muy difícil, sobre todo en tu caso que tienes  a tu marido en la secta. Mi experiencia es diferente, como numeraria dependía de mi misma cuando me fui. Fue arrancarse la piel a tiras porque no somos de barro, tengo sentimientos como todos.

 

Eso mismo te dije a tí. Me dijiste que tu hijo está  en un colegio mayor, te dije "no le mandes dinero, el dinero no es para él, es para la secta". Luego pensé que si de veras quieres vivir tu vida deberías de hablar con tu marido: el opus o tú. El matrimonio es de dos no de tres, y cuando el opus interviene en uno ya no sois dos, sois tres.

 

Es una locura pero es la solución única, si quieres conservar tu salud, tu mente, tu dinero... vete. Tienes tu trabajo. Me dijiste que el opus ha destruido tu familia, una familia cristiana, ejemplar, feliz, tranquila hasta que llegó esto. En fin, más vale antes que después.

 

Me acordé de otra mentira que se nos decía allá dentro: que santo Tomás Moro hubiera sido supernumerario. ¿Por qué? por la cualidad menos interesante, era Lord Canciller de Inglaterra.  Pero Moro, un hombre que puso su conciencia por delante de la política y el poder, un humanista, defensor de la tolerancia religiosa, es lo más opuesto que existe al pensamiento sectario y unidireccional. ¿Moro amigo de Erasmo en el opus? Escrivá no se enteraba de nada, más que de lo que le interesaba.

 

Ana Azanza