Quejas de un ex miembro del Opus Dei. Recortes de Prensa.- Brian
Fecha Monday, 16 January 2006
Tema 040. Después de marcharse


Quejas de un ex miembro del Opus Dei

ABCdigital. Asunción. Paraguay
16 de enero de 2006

BRASILIA, 15 (AFP). Un ex miembro del Opus Dei en Brasil reveló cómo fue "desprogramado" en su juventud para resistir a las tentaciones y los terrores que tuvo que superar al encontrarse por primera vez a solas con una mujer, en un motel, cuando tenía 30 años.

En el Opus "usted mortifica los cinco sentidos (...). Si le gusta mirar por una ventana, decide no mirar. Si le gusta la sal, empieza a comer sin sal. Deja (...) de oír música. Somos entrenados para imaginar que el sexo tiene mal olor", contó Antonio Carlos Brolezzi a la revista Epoca de esta semana.

"Por eso quiero escribir, porque para mí fue problemático hacer esa desprogramación", explicó Brolezzi, que publicará un libro sobre su paso por el Opus, dividido en dos partes: "Memorias sexuales de un numerario" (miembros célibes que viven en centros de la congregación) y "Manual de un ex numerario virgen".

Brolezzi, de 40 años, tuvo que recorrer un largo camino hasta llegar a ser lo que hoy es: un tranquilo profesor de matemáticas en la Universidad de São Paulo, casado y con una hija.

Cuando abandonó la congregación a los 30 años, y había pasado diez tratando de disciplinar la carne, usando un mameluco de franela bajo su ropa para evitar llevar las manos a sus genitales.

Brolezzi recordó que los numerarios que se habían masturbado no podían comulgar y que por eso el cura interrumpía la oración en los minutos finales para recibir las confesiones. "En los centros grandes (del Opus) la fila era enorme; había un montón de muchachos de 20 años" esperando alivio para el alma.

Al dejar la Obra consiguió novia, pero las cosas no fueron fáciles. La primera vez que fueron a un motel, quedó estupefacto al oír que ella le preguntaba si tenía preservativos, y que en caso contrario los pidiera en la recepción.

"Yo ni sabía lo que era un preservativo (...). Pedí cinco, totalmente cohibido. Ella se puso feliz, pero no usé ninguno. El motel estaba a media luz, algo roja, parecía un antro del demonio. Ella se sacó la ropa, se acostó y yo me imaginé que tenía que acostarme encima de ella, sólo que mi pene estaba marchito".

"Me vuelve a la mente la maldición que ellos me lanzaron cuando me fui. Decían que Dios me había hecho para ser soltero, y que entonces no podría funcionar. Dijeron que si tenía un hijo podría nacer deforme (...). Pasé diez años en la Obra y otros diez temblando de terror cada vez que oía nombrar al Opus Dei".

Epoca entrevistó a otros "desertores", que compararon las técnicas de captación del Opus a las del "lavado de cerebro".

ABCdigital - lunes, 16 de enero de 2006









Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=6701