Comentaba acertadamente Palo en su correo del pasado viernes, que "hasta cuando tenemos que seguir aguantando a la peña". Pues parece que tenemos para rato. Entre la libertad de opinión que hay en la web y, que parece, que han abierto la veda de “caña al mono” entre amigos y cooperadores, no hacen mas que aparecer mensajes con un perfil y denominador común.

Es interesante el fenómeno y de hecho quería reflexionar sobre todo esto para escribir algo profundo y “guachi”… pero se adelantó EBE con otro correo (“La culpa como lugar de la critica”) sobre el mismo tema, y pone difícil el listón para superar las ideas que apunta (genial EBE!). A mi de todos modos me sorprende la paradoja que esta ocurriendo en estos momentos y no me resisto a escribir algunas líneas.

Opuslibros.com (véase FAQs) emerge como una iniciativa que intenta “hacer de punto de encuentro para personas afectadas por las prácticas abusivas de la organización (léase Opus Dei)”. Según afirma la propia prelatura Opus Dei, la dimisión de sus miembros es un fenómeno poco frecuente y, cuando éste se produce, lo normal es que mantengan unas relaciones cordiales con aquellos que en algún momento de su vida pertenecieron a la prelatura. Pues bien, si tenemos en cuenta que el opus no es una institución especialmente numerosa (80.000 miembros), que además tiene pocas defecciones, y las que hay están en buen plan, esta web debería interesar menos que una web sobre “la reproducción del caracol guaca-guaca”. Pero la realidad es bien distinta. Son decenas de miles las visitas que se reciben al mes. Por ejemplo, las visitas registradas al enlace con los videos de la Clave, suman en este momento más de 8.300. O sea, que todo esto interesa más de lo que parece, incluso más de lo que imaginaban quienes pusieron en marcha este proyecto.

Entonces ¿quiénes son todos estos interesados?. Entiendo que deberían ser principalmente exmiembros del opus. Y lógicamente uno esperaría ver intervenciones con experiencias y opiniones en una u otra dirección. De hecho, se han publicado testimonios con experiencias diversas y contrarias. Sin embargo, se observa que son mucho menos numerosas las intervenciones de exmiembros apoyando sus años y salida de la obra como positivos, que los que hacen referencia del paso por el opus dei como una experiencia negativa y traumática en sus vidas. Es obvio que no es precisamente una buena propaganda para una institución que vende “felicidad y paz de espíritu”. Y máxime cuando estas manifestaciones se hacen públicas y accesibles, que por otro lado según mi opinión, ES realmente el quid del problema que preocupa a la prelatura de esta web.

Leyendo los contenidos de los mensajes se hace uno idea de lo negativo que ha llegado a ser la experiencia de pertenecer al opus dei para algunas personas, testimonios que cobran más valor cuando el que firma tuvo cargo y responsabilidad dentro de la obra. Parece pues, que la única salida que queda para neutralizar toda esta apabullante crítica es aportar otros tantos testimonios en contra, que apoyen claramente la actuación y el ideario de la prelatura. Pero esto tiene un problema, si los testimonios a favor proceden también de exmiembros -seria la reacción más natural por otra parte - no dejarían de sumar más ex. “Ex” a favor, o “ex” en contra, que entre todos sumarían demasiadas defecciones, algo bochornoso para la prelatura y que no interesa a su imagen externa e interna (quedamos en que esto era poco frecuente).

Otra posibilidad sería que miembros en activo prediquen con su experiencia la supuesta falsedad de lo que otros escriben. Ya ha habido alguna incursión de numerari@s y supernumerari@s pero ha sido puntual y sin continuidad. Favorecer este tipo de intervenciones tiene el problema de que la prelatura tendría que levantar la prohibición de leer opuslibros a sus fieles. Un riesgo demasiado elevado para vocaciones “con dudas y que pendan de un hilo”, donde pueden encontrar el ánimo y argumentos necesario para dar el salto definitivo. Por tanto ¿de quien se echa mano?, pues ahí esta toda la fauna que últimamente aparece por estas paginas y que realmente retan a cualquiera taxónomo espiritual:

-conocedores de buena tinta del opus dei –pero que no son del opus dei-, y a la vez, expertos en extremo del derecho canónico
-católicos muy católicos –con el bienio filosófico terminado- que pasean por la red, dando doctrina del “justo doliente” para almas en sufrimiento
-ciudadanos acatólicos, ácratas y asépticos que NO entienden como se puede criticar al opus dei
-etc.. y me temo que esto no ha terminado.

Así que sinceramente, creo que esto huele a que hay una consigna clara de “que hay que meter mano a opuslibros como sea y por donde sea”. Nunca me imaginé que el pelotón de los eternos pitables, de los chicos majetes de toda la vida, se encargarían del trabajito, pero… ahí están. Contad con nuestra cortesía. Menos mal que os mueve la espontaneidad chicos, pero cualquiera diría que esto estaba preparado.

Un saludo,

Labuhardilla