Penosa situación.- Verba
Fecha Wednesday, 11 January 2006
Tema 010. Testimonios


Hola:

No sé con quién hablo, solo sé que estoy hecho polvo.

He encontrado esta web después de pensar que lo mejor sería tirarme por un barranco, ya no sabía que hacer. Explicare un poco mi historia a ver si coincide con la de alguien, o si alguien puede aliviar esta penosa situación.

Soy agregado, tengo 43 años, vivo en un pueblo, y soy hijo de supernumerarios.

Pite a los 18 años, vino un agregado y me convenció, me dijo que mi vida continuaría como hasta ahora y que solo tenía que evitar ir al cine y la familiaridad con las mujeres. El tiempo pasó y después de un alcoholismo, tuve que insistir en que era alcohólico para que me hicieran caso, pasé a un psiquiatra que me esta atendiendo desde hace unos 10 años. Mi hermana es farmaceútica y al ver las pastillas que tomaba me advirtió que eran muy fuertes, hago trampa y no las tomo. Bueno hace unos 3 meses les dije –a mi director con quien hago la charla, al director de agregados del consejo local, al cura y al doctor- que me había enamorado por internet.  Ahora me estoy dando cuenta de lo terrible que es todo esto. Me siento solo, estoy temblando porque no se que va ser de mi. Resulta que llevo aproximadamente 2 años chateando con una chica, esta situación es insostenible y lo dije a la persona que atiende mi charla. En aquel momento quede tranquilo, que fácil ha sido –pensé-. Después se desplego todo un programa de acciones:

  1. Desconectar con esa chica, osea ni palabra, no te despidas, fuera emails, y por supuesto nada de chatear.
  2. Vivo en un pueblo que esta a 36 km del centro, después del trabajo al club y atender las diversas necesidades.
  3. Curso de retiro inmediato (recuerdo que tengo que pedir las vacaciones a la empresa)

Yo le dije que de acuerdo y que después del curso de retiro tomaría una decisión, el miedo me hizo hacerlo porque la decisión ya estaba tomada, no quiero hipotecar mi vida en un lugar donde me estoy “pudriendo”.

Ayer día de reyes no fui a buscar los regalos, el móvil no ha parado de sonar, ellos saben que hay problemas.

Por fin he hablado con mis padres. Mi madre es como si hubiera perdido un hijo –su hijo agregado, con que orgullo lo decía-. Nunca me había sentido tan solo.

Mi padre es diferente.

Podeis ayudarme, hay algo que pueda hacer

No quería hacer daño a nadie, es solo debilidad, eso creo.

Lo mejor sería desaparecer, verdad.

VERBA

(Nota de Agustina L. de los Mozos:  Leí este correo cuando llegó a la web y le contesté lo mejor que pude. También le pregunté si era para publicar. VERBA ha escrito su segundo correo y seguro que más de uno podéis echarle una mano con vuestras opiniones. Si queréis su dirección de email, escribid a la web y os lo damos. Abstenerse miembros de la obra.)

Hola otra vez:

Gracias por contestarme. Después del mail que te envié fui al centro-club, después de una llamada para saber por que no había asistido a la fiesta de reyes. Yo les dije que no pude y que dimitía como agregado de  la Obra fue entonces cuando me dijo que fuera a ver al director de agregados del consejo local. Al llegar a la ciudad donde está, no me atrevía a entrar, ya no me sentía “de los suyos”, incluso pensé: ¿puede ser que después de 25 años en la obra en un día ya me sienta desplazado?

Al entrar un numerario me abrió la puerta, al entrar estaba cavilando si tenía que decir “pax”, me salió un simple “hola”, después sonó un estruendoso “pax”, me di cuenta que estaba al tanto de mi crisis vocacional. El director espiritual, un agregado mayor que yo, me dijo que no estaba con quien tenía que hablar (estaba en una visita a pobres con unos chicos de st. Rafael, mi tema no tenía importancia), yo llegué 15 minutos tarde. Me dijo que empezáramos a hablar del tema. No tuvo demasiado jugo, pero decidimos que era importante la intervención del psiquiatra (la cuestión era si la decisión tomada podría ser bajo una situación psicológica anormal, o en mal estado). Hablé con el cura y otra vez a mi pueblo. Hablo con el médico para pedirle hora urgente.

El viaje hasta la ciudad del psiquiatra, distinta de la mía y de la del centro ha sido un memorial sobre la vocación: esa del burrito de la noria y la lectura espiritual, la de los reyes magos que también es de la vocación (a veces se pierde como los reyes magos perdieron la estrella de Belén)

Entramos en la consulta del psiquiatra, él, mi director (el director de agregados del consejo local ha desaparecido) y yo.

Creo que hoy se ha ganado el sueldo, al llegar nos pregunta el motivo de la urgencia. Yo miro al director y le digo que el motivo es que después de tomar la decisión de dejar la obra, me han dicho que sería conveniente la opinión médica. Empieza una disertación y llega al punto de decir que desde el punto de vista psiquiátrico no arreglaría nada marchándome puesto que por un lado, continuaría mi fobia social y por el otro no disminuirían mis tendencias obsesivas. El problema mío era afectivo y la conversación llaga a un punto en que yo le expongo que el problema esta en que la vocación a la obra me esta reventando. Que cada vez me siento con menos fuerzas, que ya no tengo ni fuerzas de levantarme por la mañana y que eso es grave porque esto lo hace todo el mundo y que cuanto mayor me hago peor lo veo todo, que no puedo con todas las normas y que no contento con ello me hablan de las costumbres, continuo diciéndole que Dios admite el movimiento y los cambios, que aun sabiendo que la fidelidad es una virtud, esta no es absoluta, y que hay acontecimientos que pueden cambiar las circunstancias y por lo tanto lo que al principio era de una forma después es distinta. Se da cuenta de la gravedad del problema: cuando se despide me dice que me encomendara y ya no me da un plazo para volvernos a ver, me dice que le llame cuando quiera verlo (nunca antes nos habíamos despedido sin pedir nueva visita).

De regreso a casa dejo a mi director en su ciudad y se despide diciéndome: mañana hay círculo, además tienes tus regalos de reyes y será bonito hacer una segunda fiesta de reyes y antes nos podemos ver para hacer la charla. Como si no hubiera pasado nada. Le digo que ya le llamare.

¿Esta gente nunca se da por vencida?

¿Es ambiente de familia tomar textos tan crudos sobre la vocación, buscando el temor a represalias divinas, sabiendo que tengo problemas depresivos?.

VERBA









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