Para mi suegra y MM.- Cooper
Fecha Monday, 09 January 2006
Tema 140. Sobre esta web


Cuando mi hija mayor hizo la primera Comunión , con sus compañeras y compañeros del Colegio, al final, vimos avanzar por el pasillo central otro niño, algo mayor, sin pelo, pálido, casi cadavérico, andando con paso vacilante, seguido de cerca por una persona adulta, que claramente estaba allí para ayudar si pasaba algo, pero con instrucciones de no intervenir, aunque, eso sí, envolvía al niño con una esfera de solicitud y de ternura.

El niño, con algún traspìés llegó al pié del altar y comulgó y volvió como pudo a su sitio, entre las miradas espectantes de los asistentes que lo miraban con la respiración contenida.

Luego nos enteramos que este niño tenía cancer, había estado un año en tratamiento y no había querido perderse otro año la primera Comunión del Colegio y había solicitado permiso para hacerla con los que comulgaban ese año.

Fue emocionante, o al menos eso pensaba yo hasta que acabó la ceremonia y oí a mi suegra despotricar, sobre como habían dejado a ese niño estropear la fiesta de los demás. ¡Qué vergüenza! decía, ¡Qué bochorno! ¿Como se puede permitir una cosa así!. Como mi suegra es impermeable a la razón, siguió así un rato hasta que dijo que escribiría una carta a la Dirección del Colegio para quejarse, cosa que posteriormente hizo.

Hasta aquí la historieta, que me vino a la cabeza cuando leí a MM.

A MM también le hemos estropeado la fiesta:  heridas, dolor ¡Qué vergúenza!, menos quejarse y mas pensar en Jesús crucificado. Este es su mensaje.

El mismo que haría Jesús, seguramente, ¿no? El, que pasaba sin mirar a los que sufrían, El, que no escuchaba nunca, que nunca se movía con el dolor ajeno. No sé. No sé. Pero eso no es lo que yo he leido.

Yo creo que MM , como mi suegra, han elegido una versión propia del Cristianismo sin cariño, todo azotes y desgarro, todo deber y sufrimiento. Se me ocurren dos cosas. La primera, que proviene de mi experiencia, es que eso es de boquilla y que solo se refiere a los demás, nunca a ellos, y la segunda, que si fuese en serio, se habrían equivocado de Dios.

Además MM, en cualquiera de los dos casos, mucha gente escribe aquí como desahogo, no como exhibición. ¿Por qué siempre hemos de pensar atribuyendo a los demás peores intenciones que las que nosotros tenemos? y para ayudar con las experiencias propias, a los que aún no han superado los traumas de un enredo que en nombre de Dios (no sé si el tuyo es suficientemente atractivo) embarca a muchas personas en un viaje, que muchas veces es, a ninguna parte.

Con cariño

Cooper









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