Mi querido amigo:
No es mi estilo abusar de la hospitalidad de los orejas para ventilar cuestiones personales, pero no puedo dejar pasar tu gesto conmigo. Puede que por el chat hayas sabido de ciertas reacciones hacia mi persona y tus palabras son como un bálsamo inmerecido. Además, ese día, el día 2, celebro algo y fuiste mi mejor regalo, que lo sepas.
Un abrazo muy fuerte y "palante", amigo.
Kaiser