El viernes 16 de diciembre recibí una llamada telefónica de la vocal de san Miguel de mi delegación, me comunicó que ya tenían una respuesta a mi carta, que no la respuesta. Después de consultar las respectivas agendas quedé en ir a su casa el domingo por la tarde. El sábado siguiente fui al centro del que todavía dependo a confesarme y ¡Oh sorpresa! Estaba allí, y no podía decírmelo en ese momento? Por distintos contratiempos que no vienen al caso no llegamos a vernos ese domingo. Transcurrieron los días, volvimos a quedar el día de Navidad por la tarde y tampoco pudimos vernos.
Como yo me iba a ir a una casa de retiros a pasar una temporada de oración y descanso le presioné un poco sobre el sentido de la respuesta por si tenía que llevar algo concreto a la oración y.. más sorpresa, me lo dice por teléfono: “El Padre ha contestado afirmativamente a tu petición, pero tengo que explicarte algunas cosas”. No sé a qué cosas se referiría, porque aún no hemos podido volver a quedar. Le dije que por supuesto iba a ir a hablar con ella, que no sería de recibo que me fuera y “si te he visto no me acuerdo”, ni por mi parte ni por la contraria.
He estado dando vueltas a qué pueden ser las explicaciones, si me ofrecen seguir perteneciendo al Opus Dei como supernumeraria, cooperadora o similar creo que por ahora no voy a aceptar. Sólo me planteo permanecer como amiga, más por egoísmo que por otra cosa, por aquello de que hay que tener amigos hasta en el infierno y no dejar enemigos a la espalda.
Cuando sea totalmente libre os lo comunicaré.
Feliz Año Nuevo 2006 a tod@s los que leéis esta web
Maravilla