El trabajo no es un camino de santidad.- Xavier de Barcelona
Fecha Wednesday, 04 January 2006
Tema 900. Sin clasificar


El trabajo no es un camino de santidad. Tampoco lo son la virtud, la obediencia, el cumplimiento de normas de piedad o subir los 8.000 de la tierra o recibir 7 doctorados.

Pienso que en la Iglesia hay un sólo camino de santidad. Es el mismo para el papa de Roma, para la señora de la limpieza, para el ermitaño cartujo, para el empresario o para el indio del Cuzco. El único camino de santidad que hay en la Iglesia es seguir el ejemplo de Jesucristo. Allá donde uno esté, sirva, vaya a parar o sea llamado.

Y aunque he de reconocer que la doctrina oficial opusina habla sólo de santificar el trabajo, concepto que a mi ya me parece dudoso (la cultura catalana atribuye una dimensión social al trabajo y todo catalán mira de hacer bien lo que hace, debemos ser unos santos del copón), lo común en el Opus Dei es entender y hablar de santificarse en el trabajo.

¿Perciben la diferencia entre santificar el trabajo (poner amor a la humanidad en la actividad laboral) y convertir el trabajo en camino de santidad?

Lo cierto es que dentro todo el mundo entiende, comenta, vive, habla y da testimonio del Opus Dei como camino de santificación a través del trabajo profesional. Eso lo habrán escuchado ustedes mil veces. Como muestra de lo que es habitual véase el primer párrafo del testimonio del muy respetable Josemaría Villalón (perciban por el nombre que sus padres ya eran al menos afines a la obra, no es un recién llegado a la cosa nostra) en:

http://www.bbc.co.uk/spanish/specials/1620_od_testimonios/page2.shtml

A esos de la Opus más les valdría ser coherentes y apostatar completamente de Jesucristo ofreciendo holocaustos a Vulcano para buscar augurios en las entrañas de los animales sacrificados. A ver si el papa de Roma les da ya el encargo apostólico de que vuelquen toda su capacidad humana, material y proselitista en intentar convertir a esos cultos neopaganos de reminiscenicas cristianas a las estupenditas familias de Afganistán.

El trabajo no es un camino de santidad. Esto o es un nuevo culto no cristiano o es manzaneo. O sea que se entiende que el trabajo "es bueno" y lo que "es bueno" es camino se santificación. Por la misma regala de tres "es bueno" y santifica cumplir a rajatabla reglamentos, normativas, preceptos y legislaciones civiles y religiosas, esa normativitis opusina tan neofarisea o simplemente farisea a secas. Dedico mención especial a que como cumplir las normas de piedad del plan de vida (¿unas tres horas diarias?) "es bueno", "es bueno" incluso para los niños de 12 años, para ellos eso que se ha dictaminado que "es bueno" no les puede hacer ningún daño.

También se detecta algo de santificación a través de la virtud. Un buen amigo Dr. me defiende lo opusino por el extraordinario y cierto nivel de virtud del los miembros del Opus Dei. Y no hay forma de hacerle entender que cultivar las muy loables virtudes humanas no es camino de santidad cristiana. Sería por ejemplo algo muy propio de la religión mitológica romana. Pero en cristiano las virtudes no santifican, sólo santifica el amor.

Santificarse se santifica uno sólo siguiendo el ejemplo de Jesucristo. Y que no me vengan con que si durante la vida oculta de Jesús (como les va todo lo oculto o secreto) esto o lo otro. Predican más la vida oculta de Jesús que su vida pública.

Testificaría en falso si les dijera que también se habla claramente de santificarse en la obediencia. Yo sólo estuve de niño y no lo recuerdo y los familiares siempre guardan secretismo, si acaso que lo confirmen los que han estado dentro más recientemente. Considero abyecto predicar clara o veladamente la santificación en la obediencia.

Me falta información de cómo se predica esas santificaciones internamente y si se habla sin reservas de ello como de santificarse a través del trabajo o es sólo lo que entiende la gran mayoría esa de los que no se enteran de nada pero han sido captados para tener una flamante y distinguida vocación del Señor debido a ser chicos/as estupendos/as, punteros en su actividad, trabajo o posición social, a ocupar posiciones estratégicas para el desarrollo proselitista o a ser de buenas familias o a ya contar con vocaciones en la familia (y ya saben eso que dicen allí de que la vocación opusina es contagiosa). Si esto no es simonía que baje Cristo y lo vea.

Legión es el nombre que toma el creyente que practica el proselitismo, basta un acto o sentimiento de amor a la humanidad para volver a tomar el nombre de Jesús.

Santificarse en la obediencia me parece que tiene algo que ver con todo eso del animal iniciático de Escrivá: el burro de noria. No sé mucho de lo del burrito de noria pero cuando era niño un adulto me cantó una cancioncilla muy privada e íntima opusina en tono de estarme revelando el nombre de Yavhé.

Además de un chapucero, Escrivá, que faena les hicistes a tus hijos dejándoles como animal totémico el burrito de noria. Los totems de tus hijos, de los que se sienten muy orgullosos y siguen teniéndolos en todos sus centros y labores, son el hazme rereir de Pies Negros, Harapajoes, Mandingas y cuantas tribus pueblan el mundo. Como cristiano cuando en un centro o labor veo el totem sólo siento profundo desprecio y un cierto revolcón en las tripas que, he de reconocerlo, aun no me he atrevido a aliviar donde desearía.

Pienso que el único camino de santidad que hay en la Iglesia, y entre los cristianos, es seguir el ejemplo de Jesús cumpliendo su ley del amor allá donde a cada uno Dios le llame, ponga o mande.

Seguramente con estudios pueda decirse mucho mejor.

Xavier de Barcelona







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