Para todos, de verdad, mi deseo de felicidad en Navidad y todo el año próximo; pero muchas más felicidades para los Orejas y la web. Acabo de leer una entrevista difundida por la agencia católica Zenit -infiltrada también por periodistas del Opus Dei- en la que un corresponsal norteamericano en el Vaticano dice haber escrito un reportaje "objetivo" -eso quiere decir "a favor"- pero se le cuela un dato importantísimo: el de que dentro de la Obra se ha generado un proceso de crítica, porque no puede ser que haya tanto ruido fuera y dentro no se oiga nada. No me cabe duda de que en ese concierto, afinado o desafinado, toca nuestra orquesta a tuba libre.
Conociendo el paño como lo conocemos, cuando algo así "sale" fuera, quiere decir sin duda que dentro hace ya tiempo que se está cociendo algo. No me arriesgo a profetizar qué dará de sí el debate -que no será tal, dado el sistema fascista que impuso el fundador para tratar de los asuntos internamente- pero no van a tener más remedio que moverse.
Y felicidades también a los Orejas y a la web, y a sus geniales informáticos, que han conseguido el prodigio de hacer accesible el Index del marqués de la alta pera. Le he echado un vistazo, y, con perdón, es una descojonación. ¿Sabéis cuáles son los dos grandes asuntos calificados con el 6, la máxima nota prohibitiva?: el sexo y la economía. ¡Cómo retrata la psicología del santotodojunto que desayunaba con las marquesas y salvaba pecadores en el lupanar! Por lo menos, a Rafel Gómez Pérez le siguen calificando con un 1 todos sus libros, que son un montón.(El 1 quiere decir que lo pueden leer todos: niños incluidos).
Y más felicidades todavía para Agustina, por ser causa de la causa, y por dejar las puertas abiertas a todos.
Lo dicho, que seamos felices. Incluidos los peces de la pecera.
Bastián.
