Conozco vuestra página desde hace varios años, y desde el año 1992 supe que M. Carmen Tapia había escrito algo sobre la Obra. Pues bien, durante estos días he ido leyendo los capítulos de su libro "Tras el umbral...".

 

No es mi intención opinar ni hacer críticas acerca del libro, más bien he estado pensando en esos escritos, no los he releído ni pienso releerlos. María del Carmen ha sido Secretaria Regional de Venezuela, estuvo trabajando según he leído en el gobierno Central de la Obra, muy cerca del Padre, tiempo suficiente para conocer todos los aspectos y modos de ser de las más variadas personas y de la Obra. Los hechos que narra seguramente son verdaderos, pero están expuesto con un alto grado de subjetividad, recordemos que un mismo objeto es cóncavo para unos y convexo para otros. No me voy a detener en la subjetividad con que pueden haberse manipulado los hechos seguramente sin intención.

 

Más bien me llamó poderosamente la atención la ausencia de Dios en lo que escribe. Jamás dice "fui al oratorio y me encomendé a la Santísima Virgen con mucha fe", o "estuve con Jesús en el sagrario conversando con El sobre toda esta situación dolorosa e inintilegible para mi", en fin, lo escribo con estas palabras porque es lo que yo hubiera hecho en su situación. Es decir, extraño la Fe y el sentido sobrenatural que debe haber en cualquier vida cristiana y más en una persona que está enamorada de Jesucristo y se ha entregado a Él. Una persona que tiene un amor, le cuenta a la persona amada sus penas y preocupaciones y es en ese desahogo donde encuentra la tranquilidad. Pienso que en el caso de María del Carmen, le faltó eso, desahogarse con Nuestro Señor y encontrar la paz en El.

 

Me gustaría que este mail se publique y que firme el seudónimo MM.

Gracias,

MM