El valor de nuestra vida.- Flavia
Fecha Thursday, 22 December 2005
Tema 125. Iglesia y Opus Dei


Amigos/as:

El mensaje de "pergolessi" del día lunes es de los más nefastos que yo haya leído en la historia de la WEB.

Voy a decir algunas cosas al respecto, con la mera intención de no guardar silencio frente a lo que considero una ofensa.

Tal vez la opción de enviar la carta al Vaticano sea ingenua, en todo es caso una ingenuidad que se sustenta en la esperanza de que algún día llegue un poco de claridad acerca de la Obra.

La serie de observaciones en el tono de la reprensión y el lamento que se leen en el mensaje citado, no admiten preocupación alguna acerca de la verdad de nuestras vidas, acerca de las causas del sufrimiento, acerca de la necesidad de sanarlo, de evitarlo en otras personas.

"Cuídense de la levadura de los fariseos, que cuelan un mosquito y se tragan un camello, que atan pesadas cargas en las espaldas de los otros, y ellos no llevan ninguna".

El "cochino plato de lentejas" de nuestra vida, según las palabras de "pergolessi", fue hecha por Dios para ser vivida en plenitud, no para ser mutilada sistemáticamente durante años, por una institución que se autoproclama como la Obra de Dios, y que sigue manteniendo con total impunidad sus prácticas y doctrinas de efectos conocidos por nosotros, y por otros.

Teresa de Lisieux y el P. Pío no eran mentirosos, no eran insensibles. Se unieron existencialmente a la pasión del Señor por un amor que nos les evitó problemas, contradicciones, conflictos.

Ciertamente es clave poder asumir y aceptar el sufrimiento, pero esa asunción no es negación, no es la actitud de la persona "satisfecha", del "alma bella" que se despreocupa de la realidad, sino la de quien descubre que la "oscuridad es otro sol", porque ve profundamente en la oscuridad, puede sentir el paso de Dios en esa oscuridad, en el fondo del corazón en medio del dolor, del desasosiego, y desde ahí se compromete con su propia vida, con la de los demás. Se hace sensible al dolor de otros por su dolor. Se transforma en alguien compasivo.

En tu planteo, "pergolessi", el dolor es una excusa o un abismo. Pobres los que viven sus dolores como un abismo, porque tus excusas sólo los van a hundir más.

Marginalia: el "vacío de Occidente" es la negación de que la verdad es ardua, el reemplazo de la verdad por la retórica de la apariencia: la banalidad. La corrupción de nuestra facultad de pensar y comunicar. Por algo los "Faustos" modernos son personajes insípidos y melancólicos: carecen del tono vital que se fundamenta en nuestra capacidad de verdad. Ni siquiera pueden vender el alma al diablo, porque no la encuentran, la han perdido hace mucho.

"pergolessi", tu mail es un producto prístino "del modo de razonar que no razona", sino que manipula, se escucha en él el tono sibilino que "trabaja" en la conciencia y la vida de otros, sin respeto, y pega fuerte en la herida, yo diría que por el mero gusto de saber que funciona, que puede hacerlo con impunidad. Otro signo de tu lamentado "vacío de Occidente". El mal no es un problema. Veo que tampoco para vos.

Ojalá tu nick no aluda al gran compositor Pergolesi. Ya sería mucho descaro.

Con pena, y claramente ofendida con tus palabras (ojalá fueras otro José Carlos).

Flavia

PD. espero poder escribir en breve un saludo navideño que honre este tiempo tan señalado que estamos experimentando.









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