Enamorarse no se controla. Anécdotas de mi vida 'post opus'.- Emevé
Fecha Wednesday, 07 December 2005
Tema 040. Después de marcharse


Hoy amanecí pensando, como casi cada día en estos últimos meses, en mi último y más estruendoso fracaso amoroso, y en un momento determinado entre la ducha y las cremas aplicadas con masajes para evitar las estrías, me acordé de lo que había puesto Tlin el otro día (28.11) sobre la conveniencia o no de tener como pareja a otro "ex".

Y claro, no pude dejar de pensar en si la pregunta de Tlin tiene sentido o no, porque en realidad en mi vida eso de enamorarme ha sido de todo, menos algo "pensado", y me explicaré regalándoles (otra vez) un poco de anécdotas de mi vida "post opus".

En este año que se acaba (gracias a Dios) he vivido más en este aspecto que en los 5 anteriores (cuando empecé a "tener enamorado"), y es muy curioso, porque este año me he enamorado de dos personas, de un "ex" y de un "out", lo que me da un poco de "experiencia" para contestar a Tlin (o igual no sirve de nada, quién sabe, yo no sé)...



Puestos a contar, lo contaré casi todo, con las obvias reservas mentales que me permitirán quedar como una heroína de la mejor (o peor) de las novelas de Delia Fiallo, y quien tenga entendederas, que entienda.

Me enamoré de un "ex" por telepatía, sólo con hablar con él sentía que me entendía, que no me podía esconder de él y no me quedaba más que mostrarme tal como soy, y sentía que eso me ayudaba, porque me evitaba explicar muchas cosas dolorosas o muchos problemas actuales, porque él "lo sabía", y es difícil no enamorarse de una persona encantadora, que ha sufrido mucho y que también tiene un corazón dispuesto a amar y a entregarse. Cuando mi "confusión" empezó, se lo comenté (creo que él se había dado cuenta antes) y él me dijo que también sentía las mismas confusiones que yo, pero que tenía más miedo que yo a equivocarse, y yo, llena de entusiasmo (como una buena heroína del amor: "superemeve"), decidí ir la rescate, y no sólo tenía pensado ir a verlo, sino que ya tenía una lista de actividades adecuadas para mi en el país de él (que no es el mío) para tentar establecerme allí y "conocernos más". Tenía miedo, pero la idea de perder la oportunidad de amar me hacía sentir un valor del que usualmente carezco. Pero luego dejó de escribir y de contestar mis llamadas, y mi miedo se volvió terror, y mi corazón se tuvo que tragar todo su amorcito y no podía dejar de atormentarme con el completo ridículo que hice, y bueno, a olvidarme. Luego volvió a aparecer y a contestar mis llamadas, pero ya mi corazón estaba roto, y no quería (ni quiero) volver a tocar el tema, ni pensar en él. No quería saber más de una relación con un chico "raro" como yo, que de pronoto y derrepenete desaparezca sin explicaciones y me deje semana tras semana pensando en qué es lo que pude haber hecho mal ("quiti hi hecho o in quitehe contristado..") y reaparezca sin explicar y pretendiendo que a mi no me haya ocurrido nada en esos días. Me dije "ya aprendí mi lección, nunca más jamás un "ex" que ande casi tan desquiciado como yo".

Para quitarme las penas (que eran muy grandes), una amiga muy querida (que a fuerza de su insistencia se ha convertido en mi confidente) me dijo que viaje a alguna otra parte en las vacaciones de medio año, así que pensé en ir a alguno de los paraísos tropicales que tenemos aquí en Sudacia, y saqué mi pasaporte (la plata la tenía ahorrada para ir a ver al "ex", así que eso no fue problema), y el mismo día en que me entero que los cupos en la isla paradisiaca estaban agotados porque medio Perú partió para allá, aparece de la nada un antiguo conocido de algún foro de juristas a quien nunca había visto y me dice que me invita a visitar su país, que él tiene pensado recorrer lugares cercanos a donde vive, y que le haría muy feliz hacerlo conmigo, ya que tenemos muchos años de conversar y ya era hora de que nos veamos a las caras y de que le cuente por qué ando tan triste. Y me pareció una idea excelente, y me fui para allá con mi maleta y mi pasaporte recién estrenado. No tenía pensado enamorarme de él, al contrario, mi concepto de él como "amigo de foro" no era de los mejores, así que era una viaje para "olvidar y distraerme". Pero, creo que ya lo dije antes, para mí eso de enamorarme es de todo, menos algo pensado. Y su atención, su dulzura, su forma de mirarme y (cómo no) su manera de decirme que yo era la mujer de sus sueños y que siempre me había amado "por telepatía", me conquistaron, y caí. Me enamoré descocadamente (¿acaso sé otra forma de enamorarme?), y mis planes de vida cambiaron, ahora era una mujer dispuesta a casarse y a vivir en un país que no es el mío y en donde alguien de mi nacionalidad no siempre es bienvenido, regresé a casa dispuesta a arreglar todo para irme a "su lado" apenas acabe el año y mis compromisos aquí. Pero el discurso cambió, el amor que me juró mirándome a los ojos (¿acaso al mirar a los ojos se puede mentir?) se le pasó o se le olvidó. Y yo otra vez me tuve que tragar mi amorcito (y no precisamente con papas fritas), olvidarme, perdonarme nuevamente el ridículo que volví a hacer (dos veces en un mismo año) y seguir adelante... aunque todavía no puedo entender qué es lo que hice mal, y al mirarme al espejo y aplicarme las cremas para las estrías, no puedo evitar volvérmelo a preguntar. ¿Quizá haga falta un tercer amor para olvidar al segundo? de solo pensarlo me aterrorizo, gracias a Dios que no hay más días en este año.

Entonces, creo que el problema no es si el otro es "ex" o "out", lo que puedo aprender de estos dos fracasos y de estas heridas autoinflingidas en un periodo corto de tiempo, es que aquí el problema soy yo. En que de alguna manera ese instinto mío de entregarme del todo "no matter what" no está bien. Sé que tengo mucho amor para dar, y lo quise dar primero a Dios (que me parecía la forma más noble y perfecta del amor) y fracasé, luego a algún hombre que parecía entenderme, y fallé y finalmente, a un hombre que decía haberme amado desde siempre (aquí pensé que no había posibilidades de error) y fallé. Y puede que si me hubiera pasado una vez, se pueda decir "es un hijeputa y ya vendrá algún hombre bueno", pero es una constante en mi vida, así que de hijeputas nada, el error, de alguna manera que no puedo ver con la claridad suficiente como para corregirlo, está en mi. Y ahora no quiero ni pensar en hombres, estoy escaldada y curada, y espero no "volver a las andadas" en mucho, mucho, mucho tiempo.

Así que la respuesta a Tlin que puedo darle desde mi pobre experiencia en estos menos de 30 años de vida en el planeta y en estos menos años de "vida amorosa", es que enamorarse no se controla, si te enamoras de un "ex" o de un "out", sólo puedo desearte buena suerte, y claro, que antes de meterte en una relación de pareja, te quieras mucho a ti misma y te aceptes tal como eres, lo que empieza por conocerse. Si eres una amante "descocada" como parece que soy yo, es mejor andarse con mucha cautela y tratar de descocarse lo menos posible. En todo caso, no importa de quién te enamores, si no si tú estás lista para enamorarte y sufrir, porque tantas canciones de amor no pueden ser mentira: "love hurts" y hurts a todos, exes y outes...

Besos a todos

Emevé







Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=6489