Confesión y decisiones de gobierno.- Galileo
Fecha Friday, 23 January 2004
Tema 070. Costumbres y Praxis


Si hay algún chino conectado a opuslibros ¡¡¡Feliz año nuevo del mono!!!

Por cierto: ¿Ha llegado la prelatura a china? Que vigilen que allí el cupo será de 1 millón de chinos al año!!!

Después de este trámite de cortesía paso a formular una pregunta a los "expertos" en sigilo: ¿puede un sacerdote que ocupa un cargo de gobierno, utilizar lo que conoce de una persona exclusivamente por confesión, para tomar una decisión de gobierno respecto a este individuo?

¿A que viene el dilema? Paso a contar una anécdota vivida en primera persona para ilustrar mis dudas.

Hace años estaba yo en una obra corporativa. Por las razones que sea la delegación encomendó al sacerdote D. Nicéforo, que ocupaba un cargo en dicha delegación, que se hiciera cargo del "control" de la obra corporativa. Más adelante se organizó una convivencia con un grupo de empleados entre los que estaba yo, algún otro numerario y un supernumerario, y 6 o 7 personas de fuera. D. Nicéforo fue de cura a esta convivencia -todo un honor-. Asistía un buen amigo y colega llamado Mernabo. En una tertulia informal después de una charla D. Nicéforo comenta que él está allí para confesar al que quiera y se dirige en concreto a Mernabo y le dice: ¿a que no te vendría mal confesarte?. El pobre Mernabo -que siempre recibe- se salió por la tangente como pudo y por supuesto no se confesó con D. Nicéforo.

Pasó el tiempo y unas semanas después me llama D. Nicéforo para charlar conmigo y me presento en delegación. Además de algunos comentarios menores me saca el tema central: desea información sobre Mernabo para tomar una decisión sobre si contratarlo en firme en la obra corporativa. Queda claro que el tipo de información no se refiere al currículum académico sino a cuestiones de su vida privada. Yo conocía cosas que hubieran motivado el prescindir de él. ¿Qué hacía? Le decía a D. Nicéforo que no estaba dispuesto a darle esta información, que iba a ser usada en contra de mi amigo, quien me lo había contado confidencialmente. Si hubiera dicho esto hubiera pensado mal y el resultado habría sido el mismo. Le dije, por tanto, que Mernabo era un tipo estupendo, leal, trabajador, y modélico. A día de hoy sigue trabajando en esa obra corporativa y le va muy bien.

No hace falta ser muy mal pensado para ver una relación entre lo acontecido en la convivencia y lo que me preguntó a mí. En cualquier caso la anécdota sirve para ilustrar que pueden pretender que traiciones a un amigo, porqué para ellos la amistad verdadera, incondicional no existe, es sólo un medio para conseguir unos fines, en este caso deleznables.

Cambio de tema y unos comentarios al margen:

Muy interesante y clarificador el escrito de Salvador (22/1). Me queda claro -corrígeme si no es así- que lo propio de la política-estado-administración es la justicia: es necesaria una reglamentación para que la sociedad pueda subsistir. La caridad afecta a las personas singulares y acaso a organizaciones como ONGs, religiosas, etc. Si la sociedad como tal pretendiera vivir la caridad evangélica podría autodestruirse.

Citas la regla de oro de la justicia evangélica: "haced a los otros todo aquello que quereis que hiciesen con vosotros...". En que se traduce esto en la política real: ¿en igualdad de oportunidades? ¿en no discriminar a nadie por el motivo que sea? ¿en establecer mecanismos de redistribución de la riqueza? ¿en mejorar la educación y la cultura de la sociedad? ¿en establecer mecanismos de reinserción para los presos?. Todo esto es muy bonito, pero el problema viene cuando a la hora de ponerlo en práctica hay que tocar el bolsillo del contribuyente y de las grandes empresas. Muchas personas no están por la caridad, pero tampoco están por la justicia, no ya la cristiana, sino la del sentido común general. Los partidos de derechas tienen muchas ataduras, pero también las tienen los de izquierdas. Si un partido de izquierdas de occidente -donde se parte del respeto a la propiedad privada- consigue sus objetivos al gobernar, es posible que muchos de sus votantes se pasen al bando conservador.

¿Porqué el opus Dei siempre mete el dedo en la llaga de los partidos de izquierdas -que la tienen- y en cambio no hace lo mismo con los de derechas -que también la tienen-?

Gracias Xavier de Barcelona (22/1) por tus aclaraciones.

Flavia (21/1) me ha vuelto a impresionar con la sabiduría de su escrito y con la coherencia de su "opción" personal. ¿Qué institución puede permitirse perder personas tan valiosas? Resultará que el opus Dei es como "el perro del hortelano que no come ni deja comer". Se echan a perder personas muy valiosas, que podrían haber sido muy útiles en otras instituciones o simplemente en la sociedad en general. Además cuando se sale se tiene la "alergia institucional" que describe Rulo Loco (22/1).

Paloma (21/1), ¡cuánto nos alegramos de que esta web pueda evitar que alguna criatura caiga en las fauces opusianas! Sólo por esto ya vale la pena seguir adelante. En el club que mencionas les debe haber tocado un cupo considerable de las 500 vocaciones: sinó como se explica la "mala leche" del que te atendió por teléfono. Hablas de que los padres sois tutores legales. Creo que esto es la figura legal para cuando no hay padres. Los padres son padres (patria potestas) y nadie puede entrometerse en la vida de nuestros hijos hasta que sean mayores de edad. La ley nos ampara y el opus Dei actua muchas veces fuera de la ley, forzando a menores de edad a actuar contra la voluntad de sus padres y a ocultarles información. Además cuando los padres apuntan a un hijo en un club, no informan claramente de los fines de ese club: las actividades -todos lo sabemos- son meras tapaderas para captar a los chavales.

Gracias Carmen (22/1) por tu testimonio.

Muchas gracias a todos por la web que estamos haciendo -posible comisión de diálogo incluida-, especialmente a los orejas por su dedicación generosa y altruista. Me viene a la cabeza la famosa frase de W. Churchill referida a los pilotos de la RAF: "never so many, owed so much, to so few" (nunca tantos, debieron tanto, a tan pocos). Yo se la dedico a los orejas (no me censuréis por favor...).

Un abrazo a todos,
Galileo



(Amigo, no hay ningún oreja hoy por aquí así que aunque no te lo censure, no lo van a leer :)



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