Nemrod,
He leído con asombro tu correo, en el que afirmas haber sufrido mal trato físico y psíquico :
"Mi vida ha estado llena de dolor en el Opus Dei, y de agresiones físicas y morales, pero siempre he tenido conciencia de que es Cristo quien me ha llamado"
Esta afirmación es abusurda, preocupante y hasta blasfema.
En primer lugar, porque las agresiones físicas y morales están calificadas como delito en el Código Penal, y si tú has sufrido estas agresiones, tu deber es denunciarlas a la policía y al fiscal. No sólo por tí, sino porque debes evitar que esos agresores sigan haciendo daño. Puede que tú las hayas perdonado, pero eso no debe obstruir el curso de la Justicia. Si no lo haces, si encima te callas a sabiendas, aunque puedas denunciar, puede deberse a dos cosas:
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Tienes síndrome de Estocolmo, y necesitas un tratamiento específico.
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Te parece indiferente, y entonces te conviertes en cómplice.
No, Nemrod, no. Las agresiones son un tema muy serio y no se pueden entender a la luz del cristianismo, ni a ninguna otra luz. Lo prohíbe la declaración de los Derechos Humanos. O sea, que entérate bien de lo que pasa y denúncialo. Es más, podría estirar el argumento y decir que no te interesan esos agresores como personas, pues al no denunciarlo les restas la oportunidad de ser rehabilitados y resarcir su deuda con la sociedad por sus delitos.
Por otra parte, reitero que las agresiones de cualquier tipo no sólo son delitos, sino pecados contra el 5º mandamiento: no matarás. Cuando Jesús habla de sufrir por la justicia no dice que haya que aguantarse con los malos tratos o que éstos puedan ser pecadillos en aras a un fin más grande, sino que el trabajo por la justicia puede hacernos acabar mal. Si ésto se da dentro de una institución cristiana, vamos muy mal, porque no cumple ni con los mínimos
Si una institución puede mantener en su interior un grupo relativamente nutrido de agresores, esa institución tiene un problema estructural grave, es pecaminosa por su estructura, su mentalidad y sus prácticas. De nuevo, debería ser investigada por el fiscal para descartar que sea una práctica institucional sistemática que llevaría incluso a su clausura y al procesamiento de sus dirigentes como cualquier secta destructiva.
Decir, finalmente, que Jesús te lleva a aguantar todo eso, me parece una blasfemia y una caricatura macabra de Cristo. Jesús nos llama a ser felices, no a sufrir. El sufrimiento puede venir de los malos, de la fatalidad, pero nunca de Cristo, que pasó por el mundo haciendo el bien y curando los dolores de la gente. No diciéndoles que se aguanten. Sufrir lo inevitable, revelándose contra ello. ¿o tu crees que Jesús agredía moral y físicamente a los apóstoles?
Como última hipótesis, se me ocurre que puedas haber usado una imagen retórica. Me parece que en ese caso es relativizar el sufrimiento de otras personas, y también te lo desaconsejo.
No puedo tolerar que se soslayen alegremente los derechos humanos y el nombre del Señor Jesús. En fin, creo que tu mensaje ha sido bien intencionado, pero desde luego bastante desafortunado.
Si eso es el Opus Dei, apañados van.
Ramón
