A propósito del correo de Nemrod.- Emevé
Fecha Wednesday, 30 November 2005
Tema 900. Sin clasificar


He leído casi todo el escrito de Nemrod (puf, qué vaina), y primero quiero aclararle dos cositas que parece que tanta vida de oración le han hecho olvidar, la primera es que el “espíritu del dos de octubre”, a menos que sea uno de los espíritus de las “Navidades” de Dickens, no es más que un mensaje que está en la Iglesia hace muchos años, y que, si no me equivoco, Diogneto nos aclaró aquí que ya otro santo antes de sanjosemaria había “recordado” (no recuerdo cuándo fue, lo siento Orejas), así que como primera idea, para Nemrod, no existe un “espíritu del dos de octubre” (ni tampoco existe Papá Noel ni los reyes magos, lo lamento, alguien te lo tenía que decir).

Como segunda idea, quiero decirle que él es totalmente libre de creer que sanjosemaria (a quien le recé miles de estampas durante mi vida) es en realidad un “santo”, pero yo también soy libre de pensar que fue canonizado a la fuerza, omitiendo testimonios de quienes lo conocieron (también) muy de cerca y no estaban (ni están) interesados en hacer de él una leyenda. En otras palabras, Nemrod basa su discurso en dos afirmaciones que no son, para mí, verdaderas, y a partir de allí lo demás se hace agua.

¿Qué dice Nemrod de los que se fueron? Pues que les faltó vida de oración, compromiso, sufrir por Cristo, es decir, les faltó hacerse infelices, tratando de vivir un espíritu lleno de contradicciones, con gente (como él mismo testimonia) que no se merece llamarse “de Dios”, sino “demoledoras”, porque han hecho del Opus un lugar donde no es posible vivir, ni morir (no es el mejor lugar para vivir y para morir). No diré nada del Prelado a quien conocí y besé la mano y a quien (a pesar de mi fanatismo) no pude ver (aunque traté de engañarme) como un hombre bueno ni santo, ni siquiera un hombre carismático, porque son apreciaciones subjetivas.

Yo no puedo “ejercer defensa” de los que se fueron, porque yo también fui una mujer fanática como Nemrod, dispuesta a morir en el Opus aunque me cueste la vida, y ya me estaba costando gastritis y depresión desde los 18 años, pero no pensaba dejar a Dios por nada del mundo porque yo también estaba convencida que quien me había llamado era Cristo y no el cura ni la directora, mis lágrimas me las tragaba y daba pa’ lante como burro de noria, y así quería morir. Pero yo empecé a rezar una jaculatoria a Jesús todos los días “si quieres, sácame de aquí porque yo no aguanto más”, y fíjate que me sirvió mucho, porque las directoras encontraron que la enfermedad (que la vida en el opus me ocasionó y que al salir de allí se me quitó) era un impedimento y no podía ser numeraria, pero “cuando me cure” podría regresar... y así me echaron.

Decía que los que se fueron con sus propios pies y por sus propios medios, puede que no hayan sido tan buenos como Nemrod y yo (que soy una casi santa), puede que hayan creído que en el Opus se realizarían como personas y como profesionales y luego les hacen renunciar a sus trabajos por un caprichito de un directorcito que jamás en su vida ha trabajado y no tiene ni puta idea de lo bien que se siente uno cuando se realiza como profesional y no les haya quedado nada más que irse, puede que hayan sido unos pobrecitos sensuales, que al primer par de piernas tiraron la vocación por la borda, puede que hayan sido homosexuales que al no poder más con sus “bajos instintos” decidieron que mejor se dejaban llevar por ellos y se dejaban de represiones inútiles... pero a todos ellos, como a Nemrod y como a mi, nos dijeron que Dios nos había elegido, y es más, nos dijeron que con los medios que sanjosemaria dejó, nos íbamos a hacer santos de altar (de cada tres uno sería santo de altar y los otros dos más santos porque íbamos a ser “anónimos”), y teníamos medios espirituales, y sobretodo la charla y la confesión cada semana, como para que a aquel que se dejaba llevar por la “soberbia del intelecto”, se le pueda dar la medicina adecuada para “curarlo” y que no abandone a Dios, como para que a aquel que se dejaba llevar por la “concupiscencia” reciba el remedio oportuno, y como que para aquel con “instintos homosexuales” pueda ser “sanado” y llevados todos al altar (además a todos se nos trató en San Rafael o San Gabriel y nos conocían antes de dejarnos pitar). ¿Qué pasó? ¿ninguno fue sincero en la charla? ¿cómo pudo ser eso posible? No puedo creer que gente que ha sido adoctrinada desde el día en que pitó (algunos a los 14 años y medio) para que digan todo todo todo en la charla, porque en ello se nos iba el alma y la vocación, no lo hayan entendido y hayan empezado a callar... ¿qué falló allí? ¿el adoctrinamiento o la medicina no aplicada en la charla? En todo caso, la responsabilidad del que “se fue” quedaría minimizada, aún a ojos de una jueza severa y santa como yo...

¿Entonces a qué viene el discurso de Nemrod que a mi opinión se equivocó de foro? viene a decirles a los que se fueron que fueron una sarta de cobardes, inútiles, y poco espirituales, que no pudieron, en lugar de irse pateando el tablero, hacer una Reforma maravillosa en el Opus, una reforma que él está dispuesto a hacer, pero para la cual no toma los cauces creados por su sanjosemaria (“la ropa sucia se lava en casa”), sino que viene a este foro de “renegades” (y de algunos santos y víctimas como yo, claro), a decirnos lo que debimos hacer y no hicimos (¿juat?), a hacer su reforma entre los que no podemos ni queremos ni nos interesa. ¿Será sincera su reforma o es sólo otra oportunidad de los de AOP de descalificarnos ante quienes nos leen? Si es sincera, no me interesa (no por odio, sino por absoluto desinterés en la materia de su reforma, porque se trata de una institución a la que no pertenezco), si es por descalificarme, no creo que pueda, porque no me interesa la calificación que me ponga nadie, sino el ser fiel a mi misma.

Y bueno,¿qué dice Nemrod de los “ex en buen plan” que se fueron pateando el tablero como el mejor de nosotros y ahora vienen con que “no era lo suyo“ (luego de que al pitar les dijeron, como a nosotros, que eso era para siempre e irse era ser “otro Judas”) y agradecen la “formación” que se les dio?. Ellos tampoco reformaron, ni intentaron, ni rezaron, pero son “cooperadores”, ¿eso los hace menos culpables de la poca reforma, Nemrod? ¿Quizá si todos nos callamos y en lugar de denunciar lo que nos pasó en carne propia rezamos por sus apostolados (o sea, por su recaudación de plata libre de impuestos), les damos plata y les agradecemos la maravillosa formación, “ayudaríamos” más a tu causa Nemrod?

Me pregunto yo (ando muy preguntona hoy): si la formación era tan buena ¿por qué los “buen plan” se fueron?, ¿o los que no eran tan buenos como para perseverar fueron ellos? Y si no sirvieron ni siquiera para sacar adelante una vocación “santa” teniendo toda la ayuda del mundo (no estuvieron a “la altura”) ¿cómo diantres sobreviven en este mundo hostil sin la bendición de Dios y de un director? ¿qué diablos hacen por la vida? Creo que hacen lo que todo “ex en buen plan” (que no se respete a sí mismo) le queda por hacer para quitarse el miedo de irse al infierno por traidor: defender al Opus, darles plata y regalarles a sus hijos a ver si ellos son mejores y sacan adelante la “vocación” con la que ellos no pudieron. A mi los “ex en buen plan” me dan mucha mucha mucha lástima, ¿saben por qué? Porque yo fui una de ellos hasta hace poco menos de dos años, pero gracias a Dios pude “ver” las cosas tal como son. Y me siento muy bien al respecto.

Bueno, he de agradecer a Nemrod la excusa que me dio para decir algo a lo que le venía dando vueltas hace días, como dice el refrán “no hay mal que por bien no venga”.


Besos,

Emevé

P.D. ¿Alguien me podría traducir parte de los escritos de Satur? podrían empezar por explicarnos a los sudacas qué diantes es "pisar moqueta"... gracias.









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