Todo o nada.- Boston
Fecha Monday, 21 November 2005
Tema 010. Testimonios


Hola!

 

Yo también fui numeraria. 

Según vuestras encuestas, estrictamente pertenezco al grupo de ex con pitaje 14-17 y salida después de la oblación y antes de la fidelidad. En realidad me escapé del centro en que vivía de adscrita tan sólo un mes después de haber hecho la oblación. Así que no sé muy bien si entro dentro de la misma categoría que mis amigas que en efecto hicieron la oblación y no llegaron a la fidelidad, pero pasaron el trago del centro de estudios y se marcharon después de varios años, tras una y dos demoras para hacer la fidelidad y esas cosas. Ellas conocieron más y sufrieron más. Yo conocí mucho menos, pero me entregué hasta las trancas, y me adherí a todo con todo mi corazón.

 

Otro día os contaré mi pitaje (tempranito, tempranito: 14 y medio justos, y no antes porque no me dejaron), y cómo fue mi espantada, motivada no por una crisis de vocación (siempre lo vi claro, no me preguntéis por qué, ni cómo, ni a qué bola de cristal me asomaba, pero os prometo que yo lo tenía claro), sino por una crisis de cumplimiento (o sea, yo me quería ir a mi casa, y quedar con mis amigas, y dormir la siesta si estaba cansada, y leer lo que se me antojaba, y ligar...: tener aire! Floja? Frívola? No sé qué dirían de mi cuando lo dejé. Pero sé lo que yo era: normal).

 

Hago cuentas y veo que de eso hace... 17 años ya!!!!! Y creedme si os digo con un poquito de amargura que la huella que me dejó sigue ahí. Que siento que perdí mi adolescencia y la oportunidad de crecer a su debido momento (por suerte ya he tenido tiempo de crecer, pero aquellos años determinaron mi carácter y mi vida en buena medida). Que mi pareja actual ni siquiera sabe que fui numeraria. Que tampoco se lo he contado a mis amigos "recientes", por muy cercanos que sean. Que tengo sin resolver "el asunto de la fe" y aunque en general estoy genial así, sé que hay un nudo enredado que a veces tira por ahí adentro. Que a mi hija le estoy dando una educación que pretendo libre pero sé que es ambigua, porque ni yo misma me aclaro bien. Que el todo o nada a mí me hizo mucho, mucho daño. Y una vez fuera me ha resultado imposible seguir con un Dios a quien no me atrevo a mirar por si me da un capón, como poco, y me dice: tú, Boston, sal de la fila que estás señalada (signatus!!) porque me dijiste que no...

 

Besos,

 

Boston









Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=6395