Confesión
y Dirección espiritual
Antonio Ruiz Retegui,
Teólogo, sacerdote numerario del Opus Dei
26 de noviembre de 1999
Imagen: David Hockney, "Three chairs with a Section on a Picasso Mural"
En formato PDF
Una corrupción peligrosa de
la dirección espiritual es la pretensión
de llevar a todas las personas por un mismo camino ya
predeterminado y empujarlas para que vayan avanzando
lo más deprisa posible. Eso sería tratar
a las personas "en serie", y no permitirles
que decidan libremente sobre su vida. Además,
da pie a que la dirección espiritual se convierta
en una especie de presión psicológica
para que se avance por el camino establecido. Por esto
es peligrosa la dirección espiritual de quien
en el fondo pretende captar personas para su propia
causa. En este caso, el que dirige procurará
ir conduciendo al dirigido no por donde el dirigido
quiere ir, sino por el camino que lleve al objetivo
que se ha fijado el director. (El autor)
|