Relaciones de pareja con ex y numerarios.- Sabela.
Fecha Monday, 31 October 2005
Tema 075. Afectividad, amistad, sexualidad


Hola a todos, Llevaba unos días sin entrar en esta página, pero acabo de encontrarme con los testimonios de Malu y Chechi, y por sentirme identificada con ellas os respondo desde mi experiencia personal (todavía reciente). Creo que algunos aspectos de los testimonios que me enviaron como respuesta a mi experiencia Antrax, José Miguel, Daniel y Bastián, también podrían servir para vosotras. Las cosas que yo os voy a decir a continuación están pensadas y meditadas, pero teniendo en cuenta que cada persona y sus experiencias son únicas, quedaros sólo con la parte que os valga a vosotras mismas. Hace ahora casi 4 meses rompí una relación de pareja de 5 meses muy complicada con un exnumerario...



Bueno, lo apropiado sería decir que la rompió él, porque en realidad fue él quien dio paso. No sólo rompió conmigo si no que me envío una carta horrible echándome toda la culpa del fracaso de la relación, pasándome una factura de ella y diciéndome cómo tenía que vivir mi vida. Ello probablemente fue su forma inmadura de proyectar toda la culpa que llevaba dentro por haber dejado la Obra. En su momento fue muy duro para mi y lo pasé realmente mal, tan mal que tuve que hacer psicoterapia, hablar mucho con un cura, contacte con personas del Sur de América que estaban pasando por la misma situación que yo, me metí en opuslibros, acabé leyendo todos los testimonios... Y todo ello me ayudó a: comprender, aprender, sentirme mejor y no sentirme culpable por la ruptura y por no poder hacer nada por él.

Como me dijo mi terapeuta: “te estás comportando como una mujer maltratada a la que su marido le acaba de romper la nariz y estás más preocupada por si él se ha hecho daño en la mano que por tu nariz que está sangrando”. Precisamente el miércoles pasado fue mi cumpleaños, y recibí un correo suyo, después de no saber nada de él durante casi 4 meses. En cuanto vi su remite y el tema del correo “White roses”, lo borré de inmediato. Con una frialdad que me dejó perpleja a mi misma borré ese correo enviado con el objeto de felicitarme el cumpleaños. Y os puedo asegurar que me dolió en el alma tener que hacerlo, pero no podía seguir permitiendo que esta situación y esta persona siguieran haciendo daño a mi salud. Las manipulaciones verbales, los “tiras y aflojas”, los “sí pero no”, los regalos, los detalles, las buenas maneras, las buenas palabras, los formalismos, el cinismo, la hipocresía... no los consintáis en absoluto, porque lo que verdadera y realmente importa es vuestra persona, vuestra salud, vuestra vida y vuestra dignidad.

Uno ejemplo ilustrativo de ellos es la escena que protagonizó el último día de nuestra relación, cuando vino a recogerme a la facultad, me invitó a comer, y luego en una cafetería rompió conmigo. Yo salí corriendo de la cafetería y el me sigo repitiéndome que me quería. El día anterior de todo eso me había dicho que yo era lo más importante de su vida. No importan las cosas que os digan, lo que al final importa/cuenta son los hechos. Y el hecho auténtico y final es que él/ellos eligieron/han elegido a la Obra, no a vosotras ni a mi. Es posible (no lo sé con seguridad, pues no os conozco y cada persona es diferente) que os hayáis metido en el papel de “salvadoras”, en el que encajamos muy bien determinado tipo de mujeres. Es posible que en algún momento hayáis sentido esa especie de vocecita interna que se siente predestinada a ayudarle y salvarle de su mundo, en el que por otra parte, ellos eligen voluntariamente estar. Tened bien presente que su prioridad son sus valores y su mundo, no vosotras. Un consejo en firme sí os puedo dar, como psicóloga y como persona: no juguéis a esos juegos. Las probabilidades de salir heridas son muy altas, tenéis mucho que perder y poco que ganar.

Si alguien tiene que salir o dejar algo, ése alguien tiene que ser la propia persona que se haya en la situación. Es una experiencia muy personal y el proceso de salida (en el caso de que quiera salir de forma no sólo institucional sino psicológica, que es más importante) lo tiene que hacer la propia persona, con ayuda sí, pero sólo si el propio sujeto la reclama por él mismo de forma explícita. Malu, Chechi, entiendo vuestros sentimientos ya que yo también los he vivido, pero no os dejéis entrampar/engañar por ellos. La cuestión para mi está en qué os hace daño o infelices a vosotras de verdad. Tenéis el derecho y el deber de ser felices, y si estas personas no pueden haceros felices (no entro en si quieren o no), entonces olvidaros de ellas. Nunca os sintáis forzadas a hacer/decir nada que no queráis hacer/decir, con el tiempo os podrías sentir mal con vosotras mismas. Yo consentí cosas que jamás tenía que haber consentido (como dejar que me dijera cómo tenía que vestir) y ahora me arrepiento profundamente. No sóis el cubo de basura de los complejos, conflictos, y problemas de nadie. Tenéis derecho a que los hombres os lleguen en buen estado, en buenas condiciones. Sóis muy jóvenes y la vida es muy corta para estar con personas que no os valoren de verdad.

Un beso,

Ana Sabela.







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