Te felicito por tu iniciativa. Es evidente que hace tiempo que viene planteándose aquí la posibilidad de hacer algo acerca de lo que vamos todos conociendo. Por ello justo es agradecer que hayas tomado las riendas y dado una salida a lo que es ya un clamor. Sin embargo, he de decirte que en este tipo de iniciativas no es más importante el impulso con el que se ponen en marcha como el cálculo de las posibilidaddes de éxito y la estrategia correcta para alcanzarlo. Desde este momento me declaro lego en la materia; por lo tanto, mi opinión no tiene por qué tener más peso que ninguna otra, aunque adelanto que está inspirada en una recta intención de evitarnos un descalabro humillante y, sobre todo, fatal para los que están detrás de nosotros en silencio y no tienen fuerzas ni para expresarse.
Mi parecer es que está poco maduro el asunto. No bastan los testimonios de la web para sustentar una iniciativa judicial con expectativas de éxito. En materia de vulneración del sigilo de confesión no está suficientemente perfilado el cuerpo del delito. Yo mismo hablaba con el sacerdote después de la confesión y no del tiempo precisamente. Jamás me ocurrió lo de la negativa a recibir la absolución si me negaba a trasladar el asunto a los directores. Sencillamente, lo trasladaba porque no tenía reservas. En cualquier caso, tampoco se puede atrapar el gazapo. Otros asuntos que aparecen recogidos en el documento han prescrito ya o no son práctica actual, con lo que ningún tribunal se pronunciará sobre el particular. Por último, en lo que se menciona acerca de los abusos sobre las personas, han de ser esas personas concretas las que tomen la iniciativa, sin perjuicio de que la web, una asociación o quien fuere apoye a los demandantes. En fin, que el resultado de tamaña iniciativa puede ser el contrario del que se busca, es decir, que el OD salga fortalecido y todos nosotros desprestigiados.
Con esta crítica no hago otra cosa que darte mis razones para una firma, con la que ya puedes contar en caso de que se dieran las condiciones deseables para lograr el éxito de semejante empresa.
Un afectuoso saludo,
Kaiser
