CAZANDO CON EL FÚTBOL.- Nacho Fernández
Fecha Monday, 03 October 2005
Tema 030. Adolescentes y jóvenes


CAZANDO CON EL FUTBOL

Capítulo 5 de "TREINTA Y CUATRO AÑOS SIN VOCACION"

 

   Cerca de mi domicilio existe un club juvenil de la Obra. Es una casa de alto en bajo, en la que los numerarios que allí residen no cuentan con vecinos. Es lo ideal para no tener broncas, debido al ruido que hacen los chavales jóvenes cuando frecuentan estos lugares. A la entrada de la casa y en locales comerciales de la zona han sido colocados unos carteles publicitarios a grandes letras en el que puede leerse "Escuela de fútbol". Es un pretexto más para captar chavales jóvenes que, con el tiempo, engrosen el número de gente que pertenece al Opus Dei. Es una de las tácticas que sigue la prelatura personal en todo el mundo...



   Esta vez el pretexto utilizado para cazar chavales es el fútbol. Hasta en el mismo cartel se dice de una manera más o menos clara. "No es solo un juego. Aquí formamos personas", manifiesta el cartel para captar gente del barrio y de los dos o tres colegios o institutos cercanos.  Sin embargo, lo que "vende" el cartel exteriormente, a grandes letras, es "Escuela de fútbol". El texto incluso señala que los profesores son titulados. Sinceramente lo dudo. Ya viví en una experiencia parecida en otros centros.

   Además, el cartel se añade con una frase lapidaria. "Llevamos los colores por dentro", dice el texto. Y yo me pregunto:  ¿De qué manera se llevan los colores por dentro? A ver si es que se los que se inscriben llevan una camiseta interior del club y le ahorran a sus madres el ponerse una aprenda así durante el invierno de Madrid. Por supuesto que no existe aclaración a ese tronco (así se dice en el interior del Opus Dei a una frase tan redonda).

   Algunos expertos dicen que los países de Occidente van hacia el "crecimiento cero" de la población. Se lleva camino de que por cada persona que muere no va a ser sustituida por otra. Al Opus Dei le va a ocurrir algo parecido si no lo remedian con las tácticas de siempre y con las que se puedan inventar ahora, si es que se las inventan. Pues bien, mi barrio, que se construyó en el principio de los años sesenta del siglo XX, estaba compuesto por matrimonios recién casados y niños y adolescentes. En estos momentos, es una zona de viejos. Yo , que tenía 17  años cuando mis padres compraron la casa, ya tengo 60. Eso sí, existen varios colegios a cuyos alumnos la Obra trata de captar. A todo ellos se añaden los colegios "Retamar", "El Prado" y "Los Olmos", obra corporativa y centros de Fomento de Centros de Enseñanza, que abastecen de niños a muchos clubs juveniles opusianos.

  En la lista que acabo de facilitar he excluido expresamente al colegio "Tajamar", instalado en el barrio de Vallecas, cuyo fin directo son las vocaciones de agregados y gente obrera (cada vez menos), aunque tambien algunos empiezan pitando de agregados y con el tiempo pasan a numerarios. Es un clasismo más de los que se viven en el Opus Dei y que me tocó padecer durante el tiempo que estuve dentro. 

   Si los chavales que van a apuntarse a la "Escuela de fútbol" creen que van a tener niveles de profesionales de los grandes clubes, están muy equivocados. Lo único que se trata es de "cazarlos a través del fútbol". Cuando me hice de la Obra en 1965 y se me enseñó "Tajamar" se me explicó que este colegio obra corporativa había obtenido por entonces el campeonato de España de gimnasia (no se si de colegios o de gimnasios), pero que los directores de la institución habían decidido disolver el equipo al día siguiente de ganar el campeonato, pues los deportistas solo se dedicaban a cuidar el músculo y descuidaban sus facetas espiritual y humana. Uno de esos gimnastas era entonces un oblato del Opus Dei (hoy agregado del Opus Dei) y hoy pertenece a una de esas sectas que abordan a los ciudadanos por la calle. Claro, que dejó la Obra, se echó novia, se casó y, ya sabeis, donde terminó.

   El ejemplo es claro. El cartel del club juvenil de mi barrio dice: "No es solo un juego. Aquí formamos personas". Por lo tanto, el fin principal de su "escuela de fútbol" es el de la captación para la prelatura. Se empieza con el fútbol y se termina siendo uno más del Opus Dei, un seguidor de Escrivá. Como en Madrid ya va existiendo una población inmigrante de otros países, los que piten pueden ser utilizados en su día para volver a la zona de donde procedían sus padres. Es una jugada a varias bandas.  No hablo en broma. Y, por supuesto, que sus progenitores se vayan olvidando de sus descendientes, pues la Obra aleja a los hijos de sus padres, sobre todo, si son numerarios.

   Algún experto autor de ensayos podría decir "el fútbol como pretexto". Vaya si lo es. Llega a tal extremo lo que afirmo que las charlas de escética se denominan "charlas de virtudes humanas". Así las denominan los "monitores" de la "escuela"( sí, entre comillas), que, a la vez, tratan de llevar la "dirección espiritual". Exactamente igual que lo que hacen los numerarios y agregados que llevan las charlas fraternas de otros del Opus Dei. Informan al "consejo local" del centro.  Si existe alguna intimidad, el monitor no tendrá ningún problema en contarlo. Lo se por experiencia.

   Otra cosa sobre la que hay que llamar la atención es sobre el supuesto título oficial de los "monitores" de la "escuela de fútbol". Y, si es que poseen el título, ver si son realmente ellos y no otros los que se encargan de los alumnos. Puede ser alguien de la obra el que da la cara y solo es utilizado de pantalla para otras cosas, como es el proselitismo a través de este actividad.Otro día seguiré con las "martingalas" de los clubs juveniles opusdeistas.

NACHO FERNÁNDEZ

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