ESCUCHAR, COMPRENDER, DISCULPAR.- Alatrixte
Fecha Wednesday, 28 September 2005
Tema 100. Aspectos sociológicos


Apreciados amigos:

 

Supongo que algunos habréis seguido el intercambio de impresiones que he mantenido con Mafalda. Lo primero es aprovechar para manifestar mi agradecimiento y admiración hacia ella por la grandeza de carácter que ha mostrado, rectificando, lo que la honra y hace, por lo menos a mis ojos, digna de la mayor de mis consideraciones.

 

Y precisamente esta anécdota me sirve para poner sobre la mesa un tema: el juicio a las personas. Ya se que es un mal, digamos nacional, y que incluso traspasa fronteras. La inclinación a juzgar, y a pensar lo peor de los demás es casi innata. Creo que no hace falta que ponga ejemplos de esta página en la que enseguida nos lanzamos, cuchillo entre los dientes y trabuco en mano a por el “del otro lado”. Algunos dirán, que eso mismo hacen ellos. ¿Intolerancia por intolerancia? Al final acabamos en un “y tu más”.

 

Pienso que podemos juzgar a los acontecimientos, a las situaciones, a las instituciones, a las ideas. Pero… a las personas? No. A las personas, hay que escucharlas primero (últimamente el escuchar es un descubrimiento de los gurús de las empresas). Y si no entendemos algo preguntar y volver a escuchar. Después hay que comprender. Esto ya es más difícil. Comprender, ponerse en el lugar del otro. Que le motiva, porqué dice eso, sus circunstancias. Luego, disculpar. Aquí ya para nota. Escuchar, comprender, disculpar, siempre. Y después, si procede por nuestra relación, por el cargo, por justicia,  entonces juzgar. Pero no pasar directamente de medio escuchar a juzgar y condenar.

 

Cuantas veces hemos juzgado estando dentro, y más si formábamos parte de consejos locales. Siempre juzgando. Y que pensarán los que entran aquí “por casualidad” y se encuentran que no los escuchamos, no los comprendemos (no nos acordamos de cuando estábamos nosotros en buen plan?) y no los disculpamos. Directamente los juzgamos. Y así a veces, de forma indirecta les damos la razón que ellos buscan: “ves, esta gente son unos rebotados, que no atienden a razones”.

 

Personalmente creo que en la página hay escritos maravillosos, algunos cargados de razón y de sentimiento, y que al no entrar en el terreno de lo “antinadie” son los que más hacen pensar y recapacitar. A los de dentro y a los de fuera.

 

Y que sean otros los que juzguen.

 

Un abrazo a todos,

 

Alatrixte









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