Lili cariño, ¡¡¡¡vete!!!! y no mires atrás. Vete del trabajo, de la ciudad y de donde te haga falta. No pierdas ni un segundo de sueño pensando en pecados, y si tienes ganas, vete al obispado y denuncia lo que te ha sucedido.
A estos ignorantes y mala gente habrá que ir parándoles los pies.
Un fuerte abrazo
Carmen Charo